POSTAL
Una boca es una boca
hasta que te abre en dos
y habita la tormenta que eres
Entonces, tiemblas
en una boca cabe toda la lluvia.
De Quebrantos, 2015
PASÓ
La calle donde fuimos fue cerrada
cantamos pájaros antes de cremarlos
las flores en el suelo
y ya
nadie nos reza
tuvimos miedo del fuego
de apagarlo
y ardimos como si fuese el fin del mundo
nada que sumar ni multiplicar
nada fue cierto
tocó esperar vestidos lo que por años desnudamos
casi sin dolor
(y no puedo borrarlo, por eso escribo)
Lo hicimos, amor
apagamos el mundo entre nosotros.
YO TAMBIÉN ME ARROJÉ CONTRA EL CIELO
sin esperar a que lloviera.
Me fui corriendo de todo el cuerpo
de toda la pulpa que te amaba.
Yo también me quedé sin ti
e hice lo que pude.
EL HOMBRE SE DESNUDA POR TODA LA CASA. Se mece, prepara el café, enciende la televisión, bebe un poco de agua. No me ama lo sé. La cena no siempre es en la boca, me cuenta su parte de la historia, se arrodilla, lo levanto, le miento, nos mentimos. Pasan dos años. El hombre llora, como un niño llora. Me niega, tres veces me niega, luego me acaricia. Vuelve con girasoles en una bolsa roja, me planta su ternura en la cocina. Lo miro, trae un caballo, sin montura, trae un caballo.
El hombre sabe que el abrazo pequeño me conmueve. Viene a decir que el mar, sus altas olas, sus orillas, no eran imaginaciones. El hombre se duerme sin dar la batalla, la noche se le quiebra junto al pecho, el pecho queda solo. No hay nada más triste que la soledad de alguien que pudo ser amado. La noche sobrevive, el hombre no, al hombre se le mueren las caricias.
A oscuras, todo es tan claro.
UN HOMBRE GRAMA, TEMPESTAD, LAMIDO, MORDIDO, BESADO. Un hombre deseo, mano sobre mano, un hombre mar, mar en la boca, en la mirada. Un hombre Shakespeare, Baudelaire. Un hombre diario, ventana arriba, ventana abajo. Un hombre poema y más.
Hombre fiebre, sin perros y con todos los perros. Hombre cuello, ombligo, entrepierna, hombre que me duela en la sonrisa, hombre país.
Hombre en la cabellera hablando bajito, quieto, entero. Hombre sin esperanzas y con todas las esperanzas.
Hombre en la mirada, en el pecho derecho, esperando, esperando; tronco, raíz, orilla.
Hombre en la cama desbocado.
Hombre mío.
De Con Truman o sin ti, 2021
DESAMPARO es no tener quien te desnude.
QUISE DECIRTE ADIÓS,
que no tengo certezas ni logro ver la luna.
Los pájaros que trajiste a mi pecho se fueron de este mundo.
Que me levanto cada día sin ningún sol por dentro.
Pero sigo temblando,
cada vez que me nombras.
De El abecedario de las despedidas, inédito
Gabriela Rosas. Caracas, Venezuela. Poeta, narradora y editora. Libros publicados: La mudanza (1999), Agosto interminable (2008). Blandos (2013), Antología de Cuentos Postmodernistas (2014), Quebrantos (2015) Con Truman y sin ti (2021). Ganadora del Primer Premio Nacional de Poesía para Jóvenes Juan Antonio Pérez Bonalde (1995) y Primer Premio en la Bienal Nacional de Literatura Lydda Franco Farías (2014), mención poesía.