ASESINATO EN LA CALLE OMICRÓN
Lo he matado. Me he vengado de los meses de invisibilidad. De ser como cualquiera. De ir a trabajar un día como hoy, de estar afeitado y tener el cabello recortado, con el rostro impecable, el piqué y el pantalón de color azul pulcros y planchados, los zapatos negros brillantes como un charco que la lluvia ha creado… y nunca olvidarme del fotocheck con mis 26 años encima y la cara de loco olvidado en la maquinaria cotidiana de las horas de ser un empleado con el sueldo mínimo.
Me he vengado de abrir la puerta y bajar las escaleras a las 7 y 30 de la mañana, de lunes a viernes, bajar las escaleras de fierro y en espiral todos los días. Me he vengado de subir al bus de la rutina, del diario matutino, del noticiero de las 6 de la mañana, del gallo que sobrevive como un reloj en la azotea, del café con leche y la carretilla de la esquina.
Lo he matado con el cuchillo con que corto el pan y lo unto con mantequilla.
¡En mis manos sangra cotidiano!
La epilepsia, la agonía, la sangre por la boca, los ojos que se alejan de ser ojos, el rostro que se aleja de ser rostro.
¡Lo he matado, estoy seguro!
Me he cansado de ver su rostro, de ver los restos inmóviles, la incertidumbre de la muerte y el crimen. He optado por envolverlo con los periódicos pasados, envolver los restos, al cadáver cotidiano envolverlo con las noticias de la semana pasada, con el suicidio de ayer en un hostal perdido en la bruma de la madrugada en Lima, envolver sus extremidades con el abuso policial y la corrupción de los ministerios y el puto sistema capitalista, envolver su dorso con las estadísticas económicas y las encuestas políticas, volverlo a envolver con la injusticia social, con los jubilados que mueren haciendo cola, con los enfermos y los niños que lo único que tienen en la vida es una enfermedad extraña que se llama olvido, con los jueces que se hacen ricos y los clérigos prostituyendo el paraíso. Los buenos son pocos y contaditos.
Después de envolver al cuerpo como una estatua de papel periódico, como una obra de arte de lo que lees antes de ir al trabajo o lo que ves en las noches antes de dormir, bien envuelto todo, cada uno de los cabellos, las uñas, los bellos sombríos, envuelto el reloj y la alarma, el tatuaje en el hombro, la cicatriz de la rodilla, los pies, los caminos, la lagartija que le sale del sueño. Y todo desaparecerlo dentro de una gran bolsa de plástico negra, canjearlo por una nube, por un día sólo conmigo mismo…
Lo he matado, sí
¡Lo he matado!
¡Lo he matado!
El cuchillo en la mesa viste bermejo
y baila tango,
baila tango el muy pendejo.
De Ciudadelirio
DESDE LOS ORÍGENES
me he bautizado desnudo bajo tus aguas
me he sumergido en el nuevo mundo como una alga
entre bocanadas de lobos marinos
y veintenas de hipocampos
he visto cómo tus tentáculos azul verdosos
se alargan y encogen
tallando la belleza
te he visto en la empuñadura de las rocas amusgadas
golpeando el camino de los barcos
golpeando el camino del ahogado
oh mar alcoholizado
bosquejando el brillante espaldar anaranjado
el sol brinca como un sapo dorado por el oleaje
y la caleta crece
crece a raíz de tus hondas elegías
crece la fiesta del jurel perdido
a 20 céntimos el kilo se oferta
por las calles
mar que abarca todas las miradas
me ahogaré en tus aguas mientras bailas
cumbia añeja al ras de una rock-ola
soy un canto negro de la madrugada
cantando
t r i s t e t r i s t e t r i s t e t r i s t e
como mi abuelo ciego
mar nocturno e insomne
observo una cascada de estrellas
que te hiere como un cuchillo
sobre mis manos sangre de pescado
que extinguen la tarde detrás de las dunas
y ocultan la mirada de las cholas
ojos de pez de luna
aguardientando los baldes de chicha
ahogando mis manos
sangre de pescado desembocadas
en el mar embravecido
a las 4 en punto de la madrugada viene el aguacero
abre los caños
los bidones
las botellas
y los charcos
oh mar eviscerado
(((los))((ojos))((torrenciales))((y))((las))((olas))
((((((((((van)))))(((y(((((vienen)))))))))
(((los)))(((caballos)))((de))((la))((luna)))))
((((((((((van)))))(((y(((((vienen)))))))))
((((los))))(((guijarros)))(((negros)))))
((((los))))(((guijarros)))(((blancos))))
((((((((((van)))))(((y(((((vienen)))))))))
van y vienen porque el tiempo es un carajo
un albatros al lado de puro gallinazo
con tripas de pescao y pámpanos al viento
déjame desescamar al crepúsculo
sobre una calamina de calamidades
donde los gatos despellejan a la luna
para que el sol renazca
mar de las soledades mustias
golpeó la ola el prepucio del día
día en que el omoplato del sol oblicua el sendero
día en que la mandíbula del verso grita
¡cielo pelirrojo!
y el lodazal en la retina de las nubes
entristecen el latido cerveceado
y la enchuchada mirada de un perro pajarea en los espejos
desde los orígenes
tallado en los ojos de un tallán errante
juntando partículas del universo
como pedacitos de ceramios
por toda la intemperie del vientre fecundado
han encontrado
90 mil barriles diarios de petróleo en una estrella
han encontrado
un balancín bombeándonos como agua de mar
hacia la ardiente tierra
pozos petroleros sobre teclas blancas
a un poeta acalambrado por un delirio pata coja
en una plataforma de altamar
yo escribí cardumen sobre una piedra negra
y también quise escribir sobre las aves hechas mierda
versos caídos por la borda
quise embravecerme como tú
embriagarme como tú
pero ventosas envuelven a mi alma que cuelga de un anzuelo
como el sol que persigue mi destino y mide tu bravura
mar pasado de vueltas
hay que reunirnos en el bar de siempre
con la lluvia que alimenta los ríos
y las quebradas que le agrandan el pecho a los charcos
los charcos son pequeños mares y yo
la pequeña quebrada de los acantilados
el nauseabundo riachuelo de las cantinas
soy la góndola perdida en los nubarrones del sol
la góndola perdida entre las tetas de una gringa
un brichero que ata huairuros a las olas interminables
indescifrables
indestructibles
vienen las olas
como un carnaval de bagres envueltos en una historia
s s s
u u u
r r r
f f f
é é é
a a a
l l l
a a a
s s s
surfea las palabras
que vagan a través de las tormentas
o de las señales cibernéticas
o en el grito de una simple piedra
lanzada hacia tus profundidades
me he sumergido en el nuevo mundo como una alga
me he bautizado desnudo bajo tus aguas
y yo
solo existo aquí
en tus ojos
mirándote
De Un mar alcoholizado
MELODÍA DEL ALTOPARLANTE DEL INEN
Y repleto las bancas con estos nombres
nombres que se deslizan como flores por el campo sin rumbo
nombres que entran como rayo de sol por los ventanales del pasillo
nombres que van y vienen
R o s a r i o Á v a l o s L ó p e z que van y vienen
M a r í a R o b l e s M a r t í n e z que van y vienen
M a r í a D í a z G u e r r a que van y vienen
A u r a M i r a n d a que van y vienen
Y me he encariñado con ellos
los he leído hasta en las paredes de los baños
los he escuchado toser como una máquina que clona tigres de Bengala
me he alimentado todos estos días con estos nombres
que son una estela de vicuñas corriendo por la arena hacia la espuma
nombres que son una arteria de glaciar que baja las montañas
cruza los pueblos
y deja charcos en los pastizales que ya no puedes ver
Y ver las nubes grafitear en los cerros las nuevas invasiones
de hombres mujeres y niños
que son los sueños que florecen en los gaveteros
donde están guardadas las historias clínicas
donde está tu nombre A l e j a n d r i n a C a m p o s
donde está tu nombre B e r t h a R o d r í g u e z
donde está tu nombre A v e l i n a M i g u e l
donde está tu nombre C l a r a S u l g a r a n
Un pedazo de cabello flamea en la luna y fabrica las estrellas
constelación de nombres derribados por un cometa
que cruza después de muchos años por tus ojos
después de muchos años se te ha ocurrido caminar mirando al cielo
ahora que caen tus amigos como árboles de 500 años en la Amazonía
con todas las especies que viven en la copa de los árboles
desde donde puedes divisar el umbral del edén
que tiene la forma del portón de tu casa
el umbral del edén es el dibujo crayón de un niño
que espera la medula ósea del mar
mientras nos dibuja cayendo en los rayos crayón de sol
o nos pinta como un ave azul descendiendo a su nido crayón
y dice mira papá aquí estás tú llorando crayón
y aquí esta mamá llorando tu llanto que es el río crayón
donde sueles tirar peces con los que me alimento
para tener la fuerza necesaria
y dibujarme un poco de cabello crayón
para que no estén tristes y puedan peinarme
como si hurgaran en el pasto y encontraran mis huellas
en el futuro crayón que es mi nombre perdido
en un cementerio para mariposas
Por eso escribo encariñado a este rincón del pasillo
donde todos cruzan en silla de ruedas
empujados por el oleaje de niños y niñas de la lluvia
llena de nombres D i a n a C o n t r e r a s
llena de nombres A s t r i d T o r r e s C ó r d o v a
llena de nombres M a c e d o n i a Ñ a u p a
llena de nombres S h e i l a D í a z
llena de nombres que son cicatrices en el cuerpo
que brillan como fotografías de ciudades nocturnas
capturadas con un lente de 200 mm
por la Estación Espacial Internacional de la NASA
cicatrices escritas en un libro bajo el agua
mientras todos buscan la cura para el cáncer de la tierra
yo escribo cada nombre en cada una de las hojas de guanábana
en la pulpa morinda citrifolia licuada con el polvo de otro planeta
Y escucho el secreto del árbol moribundo de 500 años en la
Amazonía
mientras lo llevan a la velocidad de un colibrí en una camilla
Él dice:
A tu garganta que es mi garganta
A tu pulmón que es mi pulmón
A tu ganglio que es mi ganglio
A tu hígado que es mi hígado
A tu seno que es mi seno
concédele señor el descanso eterno
A tu próstata que es mi próstata
A tu ovario que es mi ovario
A tu útero que es mi útero
A tu sangre que es mi sangre
A tu hueso que es mi hueso
concédele señor el descanso eterno
Al camino oscuro hacia la casa en llamas
concédele señor el descanso eterno
A la serenata de grillos por
el camino oscuro hacia la casa en llamas
concédele señor el descanso eterno
Al matorral donde erupciona
la serenata de grillos por
el camino oscuro hacia la casa en llamas
concédele señor el descanso eterno
Al cadáver acostado en
el matorral donde erupciona
la serenata de grillos por
el camino oscuro hacia la casa en llamas
concédele señor el descanso eterno
Al poema que leyó
el cadáver acostado en
el matorral donde erupciona
la serenata de grillos por
el camino oscuro hacia la casa en llamas
no le concedas señor el descanso eterno
Y todos los nombres son lamidos por un gato egipcio
todos los nombres están en la metalurgia inca
en cada roca del Imperio R a m í r e z Z a m b r a n o
en cada roca del Imperio A l i a g a M a l a v e r
en cada roca del Imperio C é s a r V a l l e j o s
en cada roca del Imperio A l b e r t o M a r t í n e z
en cada roca del Imperio E s t e b a n Q u i s p e
en cada roca del Imperio alarga su pétalo una flor de tela
Una flor de tela
es una canción amarilla
bordada por las voluntarias
para cada uno de ustedes
Una flor de tela
es una canción para todo aquel
que no se ha salvado
Una flor de tela
es este poema que leyó un cadáver
este poema que leyó un cadáver
es una canción para todos aquellos
que cruzan el puente y observan
Lo maravilloso del abismo
De Placlitaxel
HUAYNO Z
Zaida es un rayo de sol filtrándose en el otoño
Zaida me sirve una jarra de maracuyá de lunes a viernes
y me pregunta
joven qué se va a servir
Yo miro sus ojos claros y observo
el movimiento apacible de las retamas
que frotan mi ventana
De entrada hay
menestrón
ceviche
papa a la huancaína
observo sus labios fijamente
Zaida vive en San Juan de Lurigancho
es madre soltera y tiene una hija de 8 años
que también tiene los ojos claros
como la Pacucha
la laguna Pacucha
me dice
Zaida es un rayo de sol adentrándose en este invierno
y me sirve una jarra de té o anís
o de hierbas de los dioses de las montañas
que entibian mi corazón
Zaida sonríe siempre
un sábado fuimos a una pollada profondo enfermedad en Comas
me encantó verla zapatear un huayno
su familia viene de Apurímac
emigraron a la capital por SL
Zaida me sirve el almuerzo de lunes a viernes
en un restaurante entre Aviación y Canadá San Borja Lima
es un restaurante que tiene un toldo amarillo
y me dice
amiguito amiguito
nunca me saques la vuelta
Zaida es la primavera de un girasol que brilla en la maceta
un girasol que está cerca a la ventana de la habitación de donde escribo
tecleo y tecleo y tecleo
s o y u n g a v i l á n a n d i n o
s o y u n g a v i l á n a n d i n o
s o y u n g a v i l á n a n d i n o
Zaida
me gusta mucho tocar tus manos
es como acariciar en el aire
la música de una mandolina
que llora sobre una piedra
Zaida discúlpame por no ir a todas las citas
por no estar el día en que tu ex esposo te golpeó
y te golpeó hasta enviarte al hospital desfigurada
como una de esas piedras ahogadas por siglos en la laguna
discúlpame por ser un patán un maricón y un mentiroso
En aquella pradera escucho un huayno y lloró
junto a un gavilán andino en la cueva de un zorro
Zaida es un glaciar derritiéndose dentro de mí en pleno verano
Zaida ya no me sirve una jarra de maracuyá de lunes a viernes
Zaida ya no me dice joven qué se va a servir
Zaida ya no sonríe
Zaida ya no sonríe
solo llora truenos y relámpagos
sobre la laguna Pacucha
Zaida
es la herida de garras de cóndor
sobre el lomo de un toro
De Sarita Calavera
Mario Martín Morquencho León (Los Órganos-Piura, 1982). Vivió su niñez y adolescencia cerca al mar, en su distrito natal. Al terminar la educación secundaria, se trasladó a la ciudad de Trujillo donde estudió la carrera técnica de Contabilidad. Empezó a escribir y publicar poemas en distintas webs de poesía. Radica en Lima desde el 2006. Formó parte del colectivo Heridita (Lima). Ha participado en distintas ferias y recitales de poesía. Poemas suyos figuran en: Me Usa. Brevísima Antología Arbitraria Perú-Uruguay (2012), Poesía que gira (2014), Mirando sobre el heno: Muestra de Poesía Peruana Reciente (2014), Libérrimo austral (2017), País imaginario. Escrituras y transtextos. Poesía latinoamericana 1980-1992 (2018). Tiene publicados los poemarios: Ciudadelirio (2010), Un mar alcoholizado (2013), Sarita Calavera, (Plaqueta-2016) y Placlitaxel (2017).