por Javier Alvarado
Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.
QUEVEDO
La vehemencia por el amor ha perseguido a creadores y a escritores, a artistas y no artistas. Para algunos es remanso, para otros vorágine; hielo y fuego, herida o cicatrices de luz, orden o caos o un estado perenne de vitalidad o de muerte. Muchas obras de la literatura universal nos colocan en diversas situaciones y argumentos sobre ello. Romeo y Julieta de Shakespeare, Cumbres Borrascosas de Emily Brontê, El Cantar de los Cantares, el Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz desde las cumbres del misticismo, María de Jorge Isaacs signada por la fatalidad, Donde habita el olvido de Luis Cernuda desde la colorida diversidad y nos podemos remitir también al cine a filmes como Ghost, donde el fantasma del ser amado sigue visitando, Titanic donde el amor sobrevive al naufragio o en Los Puentes de Maddison donde un encuentro que se prolonga por poquísimos dìas es capaz de perdurar en el tiempo y revelarse desde el fondo de un baúl y una cámara fotográfica.
Ya algo lejano está el día en que estando en la Escuela de Español de la Universidad de Panamá, me enteré del viaje a Uruguay de una de mis profesoras, Alondra Badano, quien había nacido en ese país e iba de visita, ya había escuchado por referencias la vitalidad y la belleza de los poemas de Idea Vilariño. Le pedí libros de ella y me los trajo. Uno de ellos se titulaba Pobre Mundo. Entonces Alondra me dijo que había que conseguir los Poemas de amor. Posteriormente en un viaje que realicé en el año 2012 a la Feria Internacional de Libro de San José, en Uruguay, pude comprar la Poesía Completa. Me detuve a leer a esta autora envuelta en la leyenda de sostener una relación tormentosa con el gran narrador, Juan Carlos Onetti y que sus textos eran cantados por músicos y folcloristas.
El corpus poético de Idea Vilariño (18 de agosto de 1920-28 de abril de 2009), está conformada por casi una docena de poemarios y con varias recopilaciones de los mismos. Ha trascendido también sus facetas de docente, traductora y compositora. Perteneció a la llamada Generación del 45 a la cual pertenecieron escritores como Mario Benedetti, Amanda Berenguer, Emir Rodríguez Monegal, Ángel Rama, Carlos Maggi, Ida Vitale, entre otros.
En varias entrevistas, testimonios y en recortes de diarios del mundo se narra y se recogen los pormenores de su relación amatoria y literaria con Juan Carlos Onetti. Manuela Cano Pulido de El Espectador nos dice:
“Se dedicaron libros. Ella uno de poemas, él una novela. El de ella se titulaba Poemas de amor y decía “A Juan Carlos Onetti”. El suyo lo tituló Los adioses y en una corta frase se leía “A Idea Vilariño”. El de ella era una recopilación de poemas con las palabras exactas, que eran como disparos. El de él da cuenta de por qué se lo considera un autor existencialista, el instaurador de la novela moderna en Latinoamérica.”
Y Roberto Careaga en la sección Revista de Libros del diario El Mercurio relata:
Llevaban años sin verse. Más de una década. Más que cualquier cosa, se habían destruido. También se habían amado. Entonces Juan Carlos Onetti cayó enfermo en un hospital en Montevideo, y el 15 de marzo de 1974 entró a su pieza la poeta Idea Vilariño (Montevideo, 1920-2009). La esposa del novelista, Dolly, los dejó solos; sabía perfectamente que ella había sido su amante. En el cuarto pasaron del silencio a los reproches, luego a las aclaraciones, después bordearon el llanto. En el momento en que ella se acercaba a tocarle la mejilla, él se incorporó con desesperación, y le dio el "beso más tremendo" que nunca le habían dado a Vilariño. Tanto, que venía acompañado de un lamento. "Era lo de siempre; me tenía en sus manos, me partía en dos", recordó ella años más tarde. Cuando volvió Dolly, minutos después, él la saludó con otro beso en la boca. Idea dejó el hospital y esperó el bus de vuelta a casa con ganas de llorar. O morirse.
Y ahora muertos ambos, celebrado el año pasado el centenario de ella, que en sus Poemas de Amor supo relatar una epopeya del sentimiento fúlgido, lo frustrado de las circunstancias, lo inevitable y lo sublime y hasta la resignación con su poema Ya no, sigue la leyenda. Las vidas de los escritores y artistas están cruzadas por altibajos y por pasiones memorables. Hoy día nos quedan sus obras como testimonios de vida, de encuentros y de adioses.
Sorprende en Idea Vilariño su poesía aparentemente sosegada, en versos cortos, economía de recursos, la agudeza y contundencia de los textos. Idea Vilariño posee como armas la contraposición, el oxímoron y una vision descarnada del mundo exterior que repercute en lo interior y viceversa con una musicalidad asombrosa. El resultado se trasluce en belleza, en rigor, en palabra entregada, en ritualidad diaria y sempiterna; en aceptación de los hechos y donde es vencida y vence, guerrera y conquistada en la condenación y absolución del amor.
Aquí una breve muestra en homenaje a una de las grandes voces de la poesía escrita por mujeres en nuestra América.
IDEA VILARIÑO
(URUGUAY)
UN HUÉSPED
No sos mío
no estás en mi vida a mi lado
no comés en mi mesa ni reís ni cantás
ni vivís para mí.
Somos ajenos tú
y yo misma y mi casa.
Sos un extraño un huésped
que no busca no quiere más que una cama
a veces.
Qué puedo hacer cedértela
pero yo vivo sola.
TU PIEL
Tu contacto
tu piel
suave fuerte tendida
dando
dicha apegada
al amor a lo tibio
pálida por la frente
sobre los huesos fina
triste en las sienes
fuerte en las piernas
blanda en las mejillas
y vibrante
caliente
llena de fuegos
viva
con una vida ávida de traspasarse
tierna
rendidamente íntima.
Así era tu piel
lo que tomé
que diste.
MALDITO SEA EL DÍA
Maudite soit la nuit
Ch. B.
Aplastadas las horas de la resaca
del día por lo alto en lamparones
quedándose en el aire
de las estrellas acá
colgando
y tú y yo y tú pisando lo del día
es decir olvidando la memoria
es decir tú y yo y tú
nosotros mismos
por una vez por fin
por fin
después de todo
dejado todo aquello por el aire
desembocando enteros como piedras
en el agua
en el ámbito intacto de una noche
que no alcanza nadie
como piedras
arrastradas rodando por el lecho
musgoso y bien cavado por los siglos.
PARA DECIRLO DE ALGUNA MANERA
Removemos arenas por el fondo
un pez escapa un pez cimbreante y fúlgido
y huidizo se escapa pero aletea próximo
rozando un alga de oro.
El agua envuelve pesa ahoga o enardece o sepulta
una ola levanta oscuramente
su delgada carrera fulgurante.
De pronto se retira. Algo se ahoga
algo va centellea fuga se hunde
reaparece. Un látigo de sombra
pega pasa retorna pega
aún se enrosca al cuello al pecho a la cintura
suena lánguido y limpio y acaricia. Pasa y pega.
Pega y sombrea lento
y un sordo sol amargo rueda al fondo.
Entre cosas oscuras entre líquenes
entre formas babosas y vibrantes
un golpe y un susurro un golpe y un susurro
que se apaga se borra. Un golpe y un susurro.
Una luna blandísima sube chorreando sombra
sube blanda se mueve
y una nube caliente se derrumba en lo oscuro.
Una brasa liviana se debate en el agua
lanza una pobre llama un dardo vacilante
una lengua triunfal un tronco espléndido.
Una nube de cieno fosforece. Y toda el agua roja
alienta muge lanza una vena violenta un rayo de oro
y el mar entero silencioso espera
se repliega y espera
estalla suavemente.
YA NO
Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.
No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era de verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.
Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya
no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.
No volverá a tocarte.
No te veré morir.
EL AMOR
Un pájaro me canta
y yo le canto
me gorgojea al oído
y le gorgojeo
me hiere y yo le sangro
me destroza
lo quiebro
me deshace
lo rompo
me ayuda lo
levanto
lleno todo de paz
todo de guerra
todo de odio de amor
y desatado
gime su voz y gimo
ríe y río
y me mira y lo miro
me dice y yo le digo
y me ama y lo amo
—no se trata de amor
damos la vida—
y me pide y le pido
y me vence y lo venzo
y me acaba y lo acabo.
Idea Vilariño nació el 18 de agosto de 1920 en Montevideo, Uruguay. Publicó su primer libro de poesía en 1945 titulado La suplicante, por lo que se la considera perteneciente al grupo de escritores denominado Generación del 45, en la que pueden ubicarse también Juan Carlos Onetti, Mario Benedetti, Sarandy Cabrera, Carlos Martínez Moreno, Ángel Rama, Carlos Real de Azúa, Carlos Maggi, Alfredo Gravina, Mario Arregui, Amanda Berenguer, Humberto Megget, Emir Rodríguez Monegal y José Pedro Díaz entre otros. A este libro le siguieron distintos poemarios entre los que destacaron Nocturnos, de 1955 y el libro que tuvo mayor éxito popular: Poemas de amor, publicado en 1958 y dedicado al que sería el gran amor de su vida: Juan Carlos Onetti. Vilariño fue también profesora de Literatura de Enseñanza Secundaria desde 1952 hasta 1973. Una vez restaurada la democracia, obtuvo, por concurso, la Cátedra de Literatura Uruguaya en la Facultad de Humanidades. En la década de los sesenta, en plena efervescencia de la música popular uruguaya, compuso algunas letras de canciones que fueron popularizadas por cantautores como A una paloma, musicalizada por Daniel Viglietti, y la Canción y el poema, musicalizada por Alfredo Zitarrosa. Fue miembro fundacional de las revistas Clinamen, y Número, y colaboró en Marcha, Asir, Brecha y Plural, y en el extranjero: Texto Crítico (México) y Casa de las Américas (Cuba). Fue jurado del Concurso Casa de las Américas en La Habana. La Universidad Complutense de Madrid la becó durante un mes en 1993. Asimismo, rechazó en dos ocasiones la Beca Gugennheim. En 1994 recibió la medalla Haydée Santamaría por lo que se convirtió en la primera mujer en recibir tal distinción. En 1997, accedió a ser entrevistada por Rosario Peyrou y Pablo Rocca, para el documental "Idea", con dirección de Mario Jacob y estrenado en mayo de 1998. Su obra ha sido traducida a varios idiomas, como el italiano, alemán y portugués. Falleció en Montevideo el 28 de abril de 2009 a los ochenta y ocho años.