19 Abr 2024

210. POESÍA ECUATORIANA. KEVIN CUADRADO

-20 Mar 2021

 

LLAMO FLOR A UN OBJETO EN MEDIO DEL BOSQUE

sin saber cómo llamarlo

ni qué forma darle.

 

Temo que si la nombro de otro modo

arranque una mano

o una cabeza.

 

 

DE PRONTO, LA PIEDRA SUPO QUE ERA UNA CASA.

Descubrió a la madera y abrió sus ventanas.

Imaginó una niña, una mesa.

Afuera la luz, a su alrededor el viento.

Los patios salían de sus puertas

y la seguían con la mirada.

 

La vieron en medio de pueblos solitarios,

de los bosques de tantos sitios perdidos,

de tantas casas deshechas entre los escombros.

 

Si lloraba, dormía tranquila.

El miedo le cerraba los ojos,

el silencio era una forma de oscuridad

y el sonido le permitía ver.

El murmullo de una hoja cayendo

dibujaba un pájaro sobre su cabeza.

Y los peces cruzaban ríos a su alrededor.

 

La más triste noche

de un sueño seguido de otro sueño,

empujada a correr, regresaban sus pasos,

detrás de la ventana se detenía la vida

y el tiempo quedaba apresado en sí mismo.

Únicamente la casa existía,

como una niña que mira inmóvil.

 

Cerró la boca:

el mundo tenía

los límites de la mesa.

 

 

TEATRO

 

Alguien asiste al teatro:

qué bien han levantado el escenario,

es todo muy efectivo.

Aquí, una puerta no se abre

para llevar a alguien hacia un lugar

sino porque los hombres persiguen sus secretos

en las formas de la madera,

un dibujo de astillas que simula una infancia.

La vida es más real aquí dentro.

 

 

CALLE DE LEIPZIG

 

Me pregunto sobre la mujer

que dio nombre a esta calle en Leipzig,

una Straβe nueva con la memoria vaciada de todo dolor.

Si ella caminara por estas aceras apagaría su memoria

por un instante viendo a las niñas saltar una cuerda,

como un reloj que reproduce los sonidos de la infancia

mientras ríen durante una tarde de lluvia.

La mujer jamás conocerá su calle.

La mujer es la calle.

Esta pregunta la hago

—y la respondo—

mirando sus ojos de ladrillo.

 

 

LA SENCILLEZ COTIDIANA DE VIVIR

 

Es más fácil decir

existo bajo el cielo de mayo

que decir existo en un lugar específico.

No es lo mismo regirse por el lenguaje de los días

que por el idioma de las cosas.

Yo diré: canario, rosa, beso

y en mayo serán un canario, una rosa y un beso.

Pero en una ciudad distinta

tendrán otros significados

y será un lugar

sin canarios sin rosas ni besos.

 

 

Kevin Cuadrado (Quito, Ecuador, 1993) Narrador, poeta, editor y promotor cultural. Dirige el sello independiente Bichito Editores y ha editado las revistas Leo; La novicia, revista de creación; y Bichito. Ha publicado El degollamiento de las cebollas (Ed. La Castalia, 2021); El tornillo perdido (Casa de la Cultura Ecuatoriana, 2020); Historia de las ideas (V&V Editores, 2019); La tristeza del pájaro azul (Alianza Francesa y La Souris Qui Raconte, 2018) y Ouróboros: el reloj del viento (Ministerio de Cultura y Patrimonio del Ecuador, 2018). Formó parte de la XVIII promoción de la Fundación Antonio Gala. Ha ganado diversos premios entre los que descanta el Premier Prix Narratif l’Alliance Française, 2018. Sus textos han sido traducidos al portugués, inglés y francés.

 



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