22 Nov 2024

234. POESÍA COSTARRICENSE. LUIS RODRÍGUEZ. NUEVA YORK POETRY PRESS. COLECCIÓN TRÁNSITO DE FUEGO

-29 May 2021
Poesía

 

I SIBÖKOMO

 

Vivir en el vacío debía ser tan aburrido

que Sibökomo le ordenó

a una de sus piedras, poder hablar,

pero sin otra voz cerca;

nadie le previno que una piedra parlanchina

es pésima compañía.

 

“Ojalá mi padre me lleve

a ver lugares por allá arriba!”,

decía la piedrecilla desde su bolsa,

y entre la nada el dios creaba apurado

los deseos de su hijo.

 

“Allí abajo hay una muchachita;

ojalá mi padre la lleve a

examinar lugares con nosotros”.

y así la primera creación del hijo

fue la tentación, lo bueno y lo malo.

 

 

II EL VAGABUNDO

 

Ya por el camino

suena su caracol, olóóó

el hermano de la danta y el mar.

Reunirá a los clanes por primera vez,

los zorros mueven sus maracas, cha cha cha

esta noche nos enseñará.

 

Ha venido con el viento, fshhh

trae las semillas a Sulayom,

se mueve en la nube y la lluvia.

Los diablos le quieren matar

celosos de su alegre tambor, pum pum

ya el zopilote le mira llegar.

 

 

III LAS PIEDRAS

 

Cuando Sibú caminaba con nosotros

pretendió una vez caer enfermo,

y extendiendo su agonía a los árboles

preguntó a un pájaro si moriría.

La avecilla, descifrando el ardid

le respondió que nunca, porque era Sibú,

y el dios, embustero y satisfecho

pensó como una justa recompensa

convertirlo en una piedra sanadora.

 

 

PEQUEÑO JAGUAR

 

Mi piel es una jaula.

Por las mañanas se extiende

hasta alcanzar el manglar

donde los caimanes aporrean el silencio del agua;

se zambulle y entre las raíces pulposas

dibuja su respiración con la facilidad de mis derrotas.

 

Está hecha de ramas recogidas por otros

y se viste con flores que recién corté;

sin saberse muertas las pobrecillas,

insisten en convocar a los colibríes

a un inútil ejercicio de fecundación solar.

 

Me gustaría rasgar sus límites,

abrir estas manos

que aferran mi miedo a la soledad,

aunque me haga el valiente

sigo siendo un fantasma

que cada día ahoga al niño que fui.

 

Una procesión de todos mis yo

prepara su funeral,

allí serviré el licor de mis exabruptos

para cantar al violento corazón

que crece junto al mío.

 

 

COMPLICIDAD

  

Voy entre la multitud y mi nombre es Nadie.

Finisterra – LÊDO IVO

 

Compartimos el mismo pecado,

aquel de quienes comen los ojos

a los malos augurios,

porque este es un canto de hierro.

 

Nuestras manos crecen

entre cortezas y continentes,

como palabras que abren los cielos

donde somos colibríes que en las ramas

dejan tiras de piel;

y nos volvemos en niños

que persiguen mariposas

para arrancarles las alas,

perversos y feroces

paramos solo a crear nuevas arquitecturas,

nos mezclamos y seguimos huyendo

sin miedo al juicio solar de los dioses,

avergonzados y orgullosos

sembramos del ditsö

la tierra que pisamos.

 

Nuestros nombres serán Nadie

y como una mancha en el tiempo

avanzamos con la anónima serenidad

de los condenados al olvido,

guardarnos un secreto

enterrado en la saliva

que es la tinta de nuestra historia.

 

 

JAGUAR QUE SUEÑA CON LA POESÍA

 

En mi cabeza tuve pájaros,

sobre mis piernas un jaguar.

El canto del Usumacinta - CARLOS PELLICER

 

 I

 

En un rincón del bosque tropical,

oculto entre el alto dosel,

debe estar durmiendo un gran jaguar.

Lo arrulla el gorgoteo de la lluvia mañanera

y un coro de croares en éxtasis.

 

Sobre las ramas,

danzan los esqueletos de quienes fueron sus presas

rindiendo tributo al Señor de las Sombras,

última cosa que vieron en vida.

Hacen ronda en torno a su cama de hojas

dejando escapar un tintineo de huesos que chocan,

desnudados ya de carne por las hormigas y los escarabajos

volverán a su tumba vegetal

cuando la penumbra regrese y el cazador despierte.

 

El jaguar es un fantasma entre los bejucos,

un relámpago de tiniebla,

sin ruido ni huellas

solo una promesa de muerte que avanza y acecha.

 

lverán a su tumba vegetal

cuando la penumbra regrese y el cazador despierte.

 

El jaguar es un fantasma entre los bejucos,

un relámpago de tiniebla,

sin ruido ni huellas

solo una promesa de muerte que avanza y acecha.

 

 

II

 

Dicen que cuando el jaguar duerme

sueña con un poeta que corre por la selva

con la misma gracia que él lo haría.

El poeta lleva en su pelo

parvadas de pájaros que echan a volar

cuando abre la boca y lanza

estrellas nacidas de su palabra,

que crea y llena de espesura al sotobosque

y de hojas húmedas al suelo,

donde rondan las culebras y crecen los hongos;

palabras que oxigenan las aguas del río esmeralda

en el cual se alimentan los peces

del liquen que crece en las piedras ahogadas.

Un día conocerán la barriga del jaguar

para unirse a su compañía de esqueletos.

 


III

 

Y yo te veo a ti Creadora,

con tu cabellera llena de pirangas

mientras que al hacer palabra

destruyes y renuevas el tiempo,

derribas la montaña para alzarla más alta,

y no caminas, sino que vuelas sin poner tus pies en el fango

ni tropezar con la tarántula o quebrar el balance,

traes la tormenta que rejuvenece las raíces

enterradas muy profundo en la tierra

y las inútiles cuentas que hacen los siglos.

 

Y si así te sueño, Creadora,

debe ser, por tanto,

que yo he de ser ese jaguar

que quizás duerme

llenando sus manchas de madrugada.

 

 

Luis Esteban Rodríguez (Turrialba, Costa Rica, 1979) Labora para el Ministerio de Educación Pública. Es el director ejecutivo de Turrialba Literaria. En el 2020 participó del Festival Internacional de la Poesía de Costa Rica, y es productor del Festival Presagio de Fuego en honor al natalicio del poeta Jorge Debravo. Poemas de su autoría aparecen en la antología Voces del vino (Proyecto Palitachi, Nueva York Poetry Press, 2018), la revista Cartago Mío (Costa Rica), la 5ta Edición de la Revista Literaria Come Libros (Costa Rica) y las revistas digitales literarias Altazor de la Fundación Vicente Huidrobro, Raíz Invertida, Norte/Sur, Atunis Galaxy Poetry, Casa Bukowski y Campos de Plumas. En el año 2018 publicó su ópera prima La voz que duerme entre las piedras (Nueva York Poetry Press).



Compartir