Se disparan todas las alertas en el cuerpo del lenguaje, esa emergencia por decir-nos que se abre en cauces sinuosos y que a veces elige volverse a juntar para separarse de nuevo. En cada reencuentro de las aguas se alimenta el vigor de la palabra. Y es así como nos llegan la “voz mosaico”, “voz fragmentada”, vertiente polifónica que simula el rezo: el clímax del trance chamánico.
En la ceremonia, Gladys Mendía, hace las veces de sacerdotisa. Las imágenes poéticas de “LUCES ALTAS / luces de peligro” luchan por descomponer el acartonamiento de lo social y lo políticamente correcto, para desnudarse en una amplia gama de matices donde lo psíquico y corporal remiendan la memoria como una colcha de retazos.
En la lectura de estos poemas-río se celebra el abismo como un rito de limpieza, versos dislocados que asemejan el borde dentado de una sierra. Nos encontramos allí, en ese lugar de incertidumbres, de raptos de imágenes, como un volcán que es fuga y viceversa, donde se nos invita a problematizar el cuerpo de la palabra, cuerpo sobreviviente de innumerables batallas que, sin duda, encontrará la forma de romper los diques en una infinita sucesión “como la caída de una gota”.
Amarú Vanegas
a Latinoamérica, delicada furia que nos vio nacer
Y CAER
VOZ LATINOAMÉRICA
la voz mosaico la voz fragmentada la voz muchas voces capas de voces estremecimiento lo cotidiano lo exótico lo corriente lo exquisito la voz inquieta la voz fuerza la voz queja nuestra voz impura ramificada en tantas voces por necesidad biológica por adaptación por lógica por tanteo por propuesta por entusiasmo sin teorías con archivos temporales muriendo juntos por la misma bala sin homogeneidad voces que llaman a lo fértil sin padre voces de circunstancias descriptivas arbitrarias elocuentes logran su no finalidad voces al extremo voces que suben de espaldas al cielo de la tierra
LUCES DE PELIGRO
el alma lleva las luces de peligro parpadeando la triste noche que por segundos se convierte en día la bruma y la arena en una misma orilla postes de cruces eléctricas parpadean sobre el camino las casitas perdidas en el barranco las casitas al borde del barranco el mar que es un plato de huellas brumosas detrás de las matas de plátano los maizales los mangos la poesía que no tengo y busco en todo los diminutos soles en el túnel por donde va el tren he visto los granos de arena arder en el asfalto los pies descalzos de los niños arder en el asfalto sus ojos de hambre y preguntas sus manitos y mejillas envejecidas al ver la vida correr sin ellos la escuela sin ellos la mesa servida sin ellos la madre buscando cobijo en la esperanza cuidando el niño ajeno al otro lado de la ciudad
MUNDO
nuestro mundo son las voces hablan tan fuerte que es imposible no escucharlas nuestra diversidad asusta quieren que seamos una masa que hablemos igual que escribamos igual las voces guaraníes son una amenaza al neoliberalismo las voces mapuches son bombas a punto de explotar las voces mayas son un acto de subversión las voces wayúu son disparos al sistema las voces quechua son misiles explotando las instituciones nuestra diversidad es un atentado camino por las calles de mi barrio y los represores han hecho un excelente trabajo masificados todos uniformados todos anestesiados todos cosificados en el tránsito siguiendo la señalética acelerando en las autopistas estrellados sin luz soñando con la desobediencia
LA MEMORIA NO SE LA LLEVO EL MAR
Terremoto y maremoto,
febrero 2010, Chile
los elementos y los colores que ves esos trazos aparentemente sólidos de perfiles sencillos son prestaciones de la luz de una luz que ya no está una luz que se escondió en tu lágrima y al caer se abalanzó sobre toda nuestra gente casas plazas escuelas hospitales y almacenes muchos ojos volteados muchos dedos retorcidos columnas quebradas almas con nuevos accesos evidencia del retorno a la indistinción inicial orillas carnalizadas la descomposición juega en remolinos con el paisaje las grandes placas son nómadas su arbitrariedad inteligente nos sacude y sigue en réplica viento resaca escombros traducciones del mar pacífico tu mano despidiéndose es la última réplica
CHAITÉN
qué es un volcán sino una fuga
qué es una fuga sino un volcán
LA RESIGNACIÓN DE LA GOTA
mi cultura es lo húmedo
mi patrimonio son las gotas
mi lenguaje es la incertidumbre
la ambigüedad
lo múltiple
aquello inevitable
e imprevisible
como la caída de una gota
EN CONSTRUCCIÓN
en construcción permanente la ciudad latinoamericana martillos sierras máquinas taladran la ciudad inacabada muere y renace cada segundo la ciudad en construcción no es ciudad es un esqueleto como tú y como yo el tiempo paga para ver el ascenso y la caída de los materiales pesados de las aguas grises ninguna generación verá la ciudad terminada ninguna generación caminará por sus calles sin respirar polvo de cemento condenados a vagar en lo inacabado y sus ruidos y ruinas
GRAFITI LATINOAMÉRICA
Latinoamérica
he fotografiado los muros que te rodean
así
llevar tu voz múltiples voces
conmigo
De LUCES ALTAS luces de peligro (poemas escritos entre 2006-2021),
Gladys Mendía (Venezuela) Escritora y editora. Sus libros: El tiempo es la herida que gotea (2009); El alcohol de los estados intermedios (2009); La silenciosa desesperación del sueño (2010, 2020); La grita (2011, 2020); Inquietantes dislocaciones del pulso (2012); El cantar de los manglares (2018), al inglés The singing of the mangroves (2020) y su versión al francés Le chant des mangroves (2020); L´air (2020) y su versión al italiano Aria (2020); Souvenirs d´arbres (2020); Telemática (2021); Desde la ventana del sótano (2021); Diario de viaje a Camerún (2021). Ha editado doce colecciones de poesía. Es editora fundadora de la Revista de Literatura y Artes LP5