24 Abr 2024

50. SEAN SALAS. YORDAN ARROYO

-19 Dic 2021

 

LA REVELACIÓN DE UNIVERSOS PARALELOS EN ALTER MUNDUS (2021), 

DEL POETA COSTARRICENSE SEAN SALAS:

PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA PARALELO CERO

 

Por: Yordan Arroyo Carvajal

Universidad de Salamanca

 

Recién recibo en mis manos el libro Alter Mundus, de Sean Salas, merecedor del Premio Internacional de Poesía Paralelo Cero, 2021, ganado, también, en 2017, por otro escritor costarricense, Juan Carlos Olivas. Ambos puntos satisfacen mucho. Por su parte, debo confesar que esta ópera prima (aunque, debido a su calidad, este ensayo se quede muy corto, y, por ende, se considere la importancia de un artículo académico, enfocado en el impacto de la reescritura de mitos en este libro) llevo meses esperándola con ansiedad. Tenía altas expectativas sobre ella. La espera se terminó.

 

Por fin, el viernes 10 de diciembre, me senté por la noche y parte de la madrugada en mi escritorio, luego de llegar de examen sobre historiografía cristiana, a degustar los poemas de Sean Salas. Después de leer su libro, a pesar de mis altas expectativas, no me defraudé, todo lo contrario. Recibí más de lo esperado y por eso recomiendo totalmente su lectura. Dentro de mi recepción lectora y, por supuesto, mis gustos literarios y estéticos, puede catalogarse, por mucho, entre los dos mejores libros de poesía costarricense publicados en 2021.

 

Incluso, este poemario es una clara muestra de cómo la etiqueta “costarricense”, si se quiere, dependiendo de la lectura que se haga, podría difuminarse muy fácilmente, pues esta obra en discusión encadena un tejido de voces universales que llegan hasta Costa Rica, únicamente, por dos razones. Una, porque este fue el sitio donde se produjo debido a la nacionalidad de su autor, y dos, por la principal influencia de Mauricio Molina Delgado, actualmente, uno de los poetas con mayor oficio en la poesía costarricense (basta con leer la calidad de sus libros), y también, según lo comenta él mismo en su entrevista publicada en la revista latinoamericana de poesía La Raíz invertida, por la influencia del poeta costarricense Gustavo Arroyo; de Carlos Calero, nicaragüense nacionalizado costarricense y de la colombiana Fadir Delgado Acosta, quien actualmente vive en Costa Rica.

 

Todos los autores referidos, al igual que Sean Salas, rompen con imaginarios de lo que comúnmente se entiende como lo “nacional”[1] y apuestan, en la mayoría de casos, por tópicos o edificios simbólicos cosmopolitas, tratando temas como la muerte, la soledad, el amor y los mitos, desde lo más profundo, oscuro, antiguo (como una especie de viaje interior y antropológico) e irracional del ser humano.

 

Podría, incluso, hablarse de un modelo bastante sólido de poesía costarricense que se mueve, actualmente, con gran fuerza por estos nortes, cuya entrada se produce a través de una llave que conduce hacia el pasado o para precisar más este análisis, hacia el animal interno que desconoce países y etiquetas. Únicamente, despierta cuando hay silencio, interés por la muerte, una herida, una pregunta o muchas, diversas lecturas suplicando ser grabadas en el papel y cuando la autocrítica del mismo poeta deja de gatear y aprende a caminar sin pies.[2]   

 

Alter Mundus (2021) puede leerse en cualquier parte del mundo. A cualquier lector, posmoderno o no,[3] se le erizará la piel pasando cada una de estas páginas, pues se abordan temas fantásticamente humanos y universales. Aunque, no se debe obviar que su lectura será más fructífera o provechosa a nivel de placer o goce estético, si se tiene un bagaje que permita calificar a su autor, Sean Salas, como un lector muy exigente.[4]

 

En realidad, para ser justos, desde el presente criterio, esa es la manera como debe describírsele a Sean Salas. Él es un lector posmoderno.[5] Por eso, se considera que antes de escribir este libro se subió al ring de su biblioteca a luchar en equipo con fantasmas y con boxeadores ya maduros de diferentes partes del mundo, entre ellos, por citar algunos países, tal cual lo dice en el cierre del libro “SIC MUNDUS CREATUS EST”: de Italia, Irlanda, Argentina, Inglaterra, Alemania, Costa Rica y aunque de último, Estados Unidos. La literatura de Norteamérica provoca muchísimo eco en su voz. Es evidente que la globalización dio un paso fuerte hacia lo trasnacional y ello ha calado mucho en los procesos de escritura creativa. Con tan solo un click en el mouse o en la pantalla del celular, cualquier lectoescritor puede acercarse a los textos de un autor de cualquier parte del mundo y, consciente o inconscientemente, terminar fuertemente influenciado.

 

El caso de Sean Salas con autores norteamericanos es sobresaliente. No obstante, dentro de los procesos de recepción lectora, estos autores internacionales también han llegado a él, como un puente de comunicación semiótica, por la influencia de otros escritores que también han volteado su mirada hacia esta literatura, entre ellos, Gustavo Arroyo y Mauricio Molina Delgado, quienes apuestan por un nivel de poesía que exige concentración en sus receptores para que puedan captar, los diferentes mundos ocultos, por medio de códigos simbólicos llenos de sustancia o si se quiere, inteligencia, filosofía. Se propone hablar, incluso, de poesía como base de pensamiento epistemológico o ejercicio mental.

 

Ahora bien, sobre Sean Salas, brevemente y porque compete presentar algunos datos, él nació en Heredia, Costa Rica, en 1997 y, tal cual se comenta de manera amplia y justificada en el estudio ¿Nueva poesía, poesía joven, poesía contemporánea o poesía actual? Campo de disyuntivas, tensiones y ambivalencias en la crítica e historiografía literaria costarricense, junto con Ignacio Aru son dos de las nuevas voces[6] de la poesía costarricense que, a criterio evaluativo y crítico, presentan mayor proyección e indicios de sobresalir más allá de las fronteras nacionales si continúan caminando por senda firme y no se desvían por las sendas de la fama y el mercantilismo que tanto invaden al mundo actual.

 

Por otro lado, las primeras veces que se tuvo un acercamiento con la poesía de este autor fue por medio de revistas virtuales. La lectura y calidad de sus textos provocaron una buena impresión. Por ende, se le solicitó colaboración para publicarlo el 3 de febrero de 2021 en la Revista Kametsa en Perú. En dicho espacio aparece un brevísimo comentario sobre sus poemas “Golosinas”, “Fuegos fatuos” y “Solución final” que muestran parte de su identidad literaria, la cual ha ido creciendo cada vez más y se espera siga así. Además, se destaca su personalidad. Él es una persona distante de grupos literarios y con una mentalidad muy madura. No le gusta el exceso de ruido ni aclamar fama. Suele trabajar en silencio con ahínco y responsabilidad, lo cual se considera que está muy bien.

 

Incluso, su negación por la fama es uno de los motivos de creación de su obra. Sin duda, todo hacedor, como lo llamaría Jorge Luis Borges, debe escribir, antes que nada, porque es consciente de la importancia de entregar un buen producto a la sociedad, no por banausia o mero reconocimiento. Si el público y la crítica leen sus textos o no y con ello se inician los procesos de canonización o visibilización es algo secundario. El honor y la honra del escritor llegan por añadidura. Sin ser buscada o anhelada desmedidamente.

 

Para caer en detalles de análisis sobre Alter Mundus, el libro está conformado en cinco partes, dos de ellas (MIL Y UNA NOCHES y MITOPOEIA) en dos. Estas divisiones temáticas son “MIL Y UNA NOCHES I Y II”, “COMEDIA DEL ARTE” y “MITOPOEIA I Y II”. Al respecto, todos los poemas del libro se caracterizan por su brevedad, sin embargo, más que ser un punto débil debido a la falta de capacidad de enriquecer los textos con contenido dialógico, simbólico, discursivo, histórico o filosófico, como sucede en diferentes autores, esto es un atributo de Salas, pues dentro de su identidad literaria el lector podrá encontrar mucho contenido con pocas palabras. Un ejemplo de ello se da, de manera bastante clara, en el siguiente poema:

 

LEYENDO A LAFCADIO HEARN

 

De nuevo el mismo sueño:

 

asciendo la montaña de cráneos

que me pertenecieron en vidas pasadas

y justo cuando llego a la cima

despierto pateando

dentro del vientre materno.

 

            A modo de análisis, primero, el texto anterior permite mencionar la importancia que tiene la lectura de escritores extranjeros en Sean Salas. En este caso, su motivo de creación literaria fue un poeta irlandés. Asimismo, esto marca gran parte de la metodología de este libro, porque muchos de los poemas se construyen desde diálogos que derivan de la vivencia u obra de un autor inglés, rumano, argentino, etc.

 

De esta manera, ficción literaria e individualidad del autor, mediante el yo poético, se enlazan para crear poesía polifónica. En este caso, la estética de este poema remite a uno de los mundos tratados por Lafcanio Hearn, lo onírico y oscuro, escatológico. Esto se expresa desde el primer verso por medio de la palabra “sueño”, encargada, por medio del uso de dos puntos, de dar apertura a todo el texto.

 

Luego, el yo lírico inicia con un verbo en primera persona singular “asciendo”, cuyo sentido retórico remite a la elevación simbólica o espiritual del alma hacia el mundo de lo trascendente, lo fantástico, mítico, primitivo. Por eso, el ascenso se conecta con las vidas del pasado. Se abre el umbral: realidad-ficción o realidad-introspección. Asimismo, no es casualidad que la cima sea el sitio donde la voz lírica despierta, es una especie de katábasis simbólica. Ha despertado del sueño en el que se encontraba. Ahora, está dentro de lo que, desde el poema, se propone, a partir de una lectura ritualista, muy al estilo de Joseph Campbell y Károly Kerényi, como el umbral que conecta el mundo de los vivos con el de los muertos, el vientre de la madre. Principio y final de todas las cosas: sueño-realidad, vida-muerte, vejez-infancia.

 

De esta manera, al igual que en este poema analizado, muchos de los textos de este libro abordan temáticas de viajes espirituales, cuyo fin es romper las fronteras de lo racional, brindando la posibilidad de acercarse al mundo de los seres humanos primitivos del cual hablan los estudios sobre religiones, el estructuralismo antropológico y la psicología profunda. La poesía de Sean Salas forma parte de un viaje oscuro que no cae en el cliché ni en la banalidad, tan malgastada actualmente, del malditismo que solo busca llamar la atención para presentar al poeta, al extremo, como un sujeto rebelde y maldito en su sociedad.

 

Es claro que a este autor no le interesan ni la fama ni los aplausos, esto se observa, mediante discursos que caen en lo irónico y se quiere cómico como un desdoblamiento crítico-semántico, en los poemas “PASEO CON ROBERT WALSER” (p. 23) y en “MEJOR POETA DE LA GENERACIÓN” (p. 45). Este último punto podría ser parte de una serie de actuales incidentes en el mundo literario costarricense, dentro de las estructuras neoliberales, que muestran el comportamiento de escritores jóvenes que persiguen la fama por doquier, principalmente, por medio de la virtualidad, intentando crear una generación de poetas hasta ahora ficticia, pues no se ha hecho un estudio serio y profundo para lograrlo, y difícilmente exista, de momento, material para lograrlo.

 

Incluso, se ha llegado a hablar, de manera insistente y chocante, de “poesía joven costarricense”. Esto carece totalmente de fundamento epistemológico. Al respecto, el libro de Sean Salas se convierte en un ejemplo rotundo y claro de que la poesía no tiene edad, incluso, en poemas como “ANIVERSARIOS” (p. 61) y en “EL HOMBRE DE LA MULTITUD” (p. 74), se reflexiona, de manera filosófica, sobre el paso del tiempo, la llegada de la vejez.

 

Grosso modo, Alter Mundus, a pesar de que fue creado por una persona de 24 años, muestra a una voz madura y comprometida con el oficio de la escritura. Me atrevo a decir que su único objetivo, parece ser, no ser golpeado, más de la cuenta, por su propia lengua. Por eso escarba en sus mayores adentros para exponer todos aquellos otros mundos que quizás tenemos al lado, pero no nos damos cuenta hasta que leemos un libro como el suyo. A Sean Salas no le importa pertenecer o no pertenecer a bandos literarios. Él solo busca sobrevivir en el papel. Incluso, estos bandos literarios solo les interesan a quienes buscan crearlos o los imaginan en sus mentes, pues al final, sus estructuras semióticas conducen a discursos de poder y victimismo.

 

Por otra parte, no deja de ser relevante prestar atención al interés de este autor por el mundo grecolatino no solo en cuanto a referencias mitológicas, principalmente grecolatinas, desde sus títulos, en poemas como: ODISEO REGRESA A COMALA (p. 15), CASTIGO DE SÍSIFO (p. 22), AVE DEL PARAÍSO PERDIDO (p. 35),[7] LAMIA (p. 37), CARTA DEL MINOTAURO (p. 38), FRACASO DE GILGAMESH (p. 39),[8] EL INGENUO POLIFEMO (p.40) y culturales como, solo por citar una, ALFA Y OMEGA (primera letra y última del alfabeto griego, el equilibrio del cosmos), sino también, en el uso que hace del latín.

 

Dicho aspecto se ve, por agregar un ejemplo, en el cierre del libro “SIC MUNDUS CREATUS EST” (p. 79). Aunque, según lo confirma el mismo autor, este título deriva de una serie de Netflix: “Otra inspiración extraña fue la serie Dark, que vi el año pasado y usé de modelo para tratar el tema de los mundos alternativos y paradojas de viajes en el tiempo en mi poesía”.

 

También, otra forma rotunda de argumentar lo anterior es prestándole atención al título del libro “Alter Mundus”, que, según el mismo autor, se escogió luego de: “ver muchas conferencias de Ángel Faretta, pero además es un tributo a Sic Mundus Creatus Est; sociedad secreta que reconocerá cualquier fanático de la serie Dark”. Sin embargo, no quedan dudas de que Salas es una persona interesada en el latín.

 

Por eso, dicho título se construye con el adjetivo “alter”, bastante utilizado en el mundo antiguo para marcar la distancia o diferencia con la “otredad”, y, por ende, encontrado en autores como Plauto, Cicerón, Tito Livio, Frontino y, por supuesto, otros tantos más; al lado del nominativo “mundus” que evidencia el interés de este libro en exponer el otro mundo, el que está fuera del imaginario de lo “real”, pero que no deja de ser un sitio donde están inmersas todas las personas. Se habla del mundo de la fantasía, lo irracional, del animal primitivo que todos los seres humanos llevan dentro.

 

No obstante, para dar paso a más pluralidad de lecturas, Alter Mundus también remite a aquellos lugares lejanos, que se sienten como los otros al estar lejos de nuestras fronteras, pero que están cerca de los componentes simbólicos y arquetípicos que conforman el inconsciente colectivo. Por eso, leer este libro es escuchar muchísimas voces conviviendo en la cueva donde muy probablemente Sean Salas estuvo encerrado escribiendo para lograr convertirse en bestia y de esta forma poder entender el lenguaje de Polifemo, Sísifo, el Ave Fénix, Cronos, Eros, Átropos, Heracles y el de todas aquellas criaturas fantásticas que se despiertan cada vez que cerramos los ojos para desconectarnos de un mundo tan trágico como el nuestro, buscando entender por qué no dejamos de recurrir a los tres grandes trágicos griegos: Sófocles, Eurípides y a Esquilo.

 

 ¿Será todo esto por el afán acercarnos a lo que realmente somos, personas llenas de preguntas que tienen un animal refugiado y lleno de respuestas en otro mundo del cual también somos parte? Quizás la poesía nos dé algún día la respuesta o la respuesta sea la poesía misma. Esto únicamente lo dirá el tiempo.

 

 

[1]           No obstante, en el caso de Carlos Calero, Nicaragua está muy presente en su producción literaria. Gran parte de su poesía aborda lo social desde una identidad propia y poética.

 

[2]           Es necesario aclarar que no solo existe un solo modelo de poesía costarricense. Existen diversidades estéticas. Nunca se ha pretendido cerrar el campo a determinaciones vacías y completamente subjetivas.

 

[3]           Para lograr un acercamiento con los conceptos de lector moderno y lector posmoderno léase: Riva Fort, J. A. (2016). Género literario y reescrituras contemporáneas de la épica homérica. [Tesis doctoral, Universidad Autónoma de Madrid], pp. 239-240. No obstante, el lector posmoderno presenta una serie de competencias y habilidades distantes para el lector moderno, entre ellas, su destreza con el uso y manejo del internet como material de investigación, lo que permiten una lectura más atenta.

 

[4]           Aunque muchos de los datos aquí escritos se desarrollaron antes de leer su entrevista, dicho dato también es confirmado por el autor: “Mi disciplina consiste más en leer todos los días, y no solo poesía, me sugestiona mucho la narrativa y la filosofía”.

 

[5]           Sean Salas, en su entrevista ya antes referida, expresa, con mucha madurez, lo siguiente: “Creo que esa responsabilidad como poeta joven quiere decir que también tengo mucha responsabilidad como lector”. https://www.laraizinvertida.com/detalle-2866-alter-mundus-entrevista-a-sean-salas-heredia-costa-rica-1997#

 

[6]           Se parte del criterio “nuevas voces” para referirse a aquellas personas que publicaron su primer libro de 2018 hasta hoy. En el caso de Sean Salas, este es, por el momento, su único libro publicado, pero su segunda obra está en prensa. En el caso de Ignacio Aru, al igual que autores como Byron Ramírez, posee tres poemarios publicados. Se habla de tres poemarios, considerando su reciente premio en el Certamen Literario Brunca (2021), en la línea de Poesía.

[7]           Mitología egipcia, en torno al mito del Ave Fénix. Sin embargo, no quiso dejarse fuera de este listado. Además, tuvo muchísima influencia entre los griegos y los romanos, debido, como es evidente, al contacto y sincretismos culturales y religiosos entre estos pueblos.

 

[8]           Aunque perteneciente a la tradición mesopotámica o sumeria, tampoco quiso dejarse fuera de este listado. Es uno de los poemas de contenido sumamente importante en términos de reescritura mitológica de este libro. Reflexiona sobre los componentes simbólicos que fundamentan las posibles causas del origen del diluvio, siendo este uno de los mitos universales mayormente encontrados en diferentes culturas, entre ellas, la hebrea, la griega y la prehispánica.

 

 

Sean Salas (Heredia, Costa Rica, 1997) Mención de honor en el III Certamen Internacional de Poesía Luis Alberto Ambroggio (2020). Su obra aparece en relevantes revistas y antologías nacionales e internacionales. Es autor del poemario Ciudad Gótica (Nueva York Poetry Press; 2022). Ganador del VIII Premio Internacional de Poesía Paralelo Cero con su libro Alter Mundus (El Ángel Editor, 2021).

 

 

Yordan Arroyo (San Ramón, Costa Rica). Reside actualmente reside en España tras ganar la beca Santander para realizar estudios en la Universidad de Salamanca. Es presidente nacional y director literario de la Unión Hispanomundial de Escritores en Costa Rica. Director y fundador de la revista literaria Ajkö ki, cuyo título deriva del bribri y significa “Sobre la boca”. Jefe editor de la revista académica española-costarricense De dioses y hombres. Estudios de las religiones y mitos. Ganador del Certificado de Oro, 2019 del Ministerio de Educación Pública Costarricense por su excelencia académica en estudios de maestría con la UCR y por su excelencia cultural. Ha participado en poco más de cuarenta coloquios, simposios y congresos nacionales e internacionales en universidades de América Latina y Europa. Sus artículos académicos aparecen publicados en revistas de América Latina y de Europa. Fundó y coordinó el I Coloquio Internacional de Tradición Clásica: Ecos de la Memoria en la filosofía, artes y letras, realizado en el TEC, Costa Rica, del 22 al 23 de septiembre de 2021. Respecto al mundo académico, entre sus líneas de investigación figuran la tradición clásica, análisis pragmático del discurso, literatura escrita por mujeres, literaturas regionales y más actualmente, literatura indígena costarricense actual. A nivel poético, fue escogido entre los mejores cincuenta autores que aparecen en la antología poética del III Certamen de Poesía Aliar Ediciones, Granada-España, fue ganador del Certamen de la Editorial Birkat Elohym, Argentina, 2021 y un poema suyo aparece en la antología de poesía iberoamericana El ciego que ve (2021) dedicada al poeta español Antonio Colinas, entre otras tantas participaciones más.

 



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