ESCENARIO
Mi madre es un travesti, lo cual no es nada extraño. Sin embargo, no he dejado de pensar en el último hombre que la amó. No me molesta que ella sea así. Su presencia me hace pensar en los animales híbridos, en mi paladar convexo y en la ambigüedad del sol.
No se imagina lo admirada que es. Su auditorio o más bien su escenario es una precesión de santos, budas, changó y de esas limpias floripóndicas que solo ella solemniza. En todo caso mi fantasía es un pañuelo de esos que se abren y se izan, por eso creo que esas miradas que se desplazan y se cruzan son las de ella, que aparece y desaparece con vestimenta andrógina y retumbante carcajada para posicionarse en mi escenario y dormirme en la pesadez de su garganta, precisamente cuando me arrebato con esta quimera alucinante de imaginarme amando a un travesti.
De Cuerpos guardados, 2009
CANON
Cuando el humor desordena el tablero de azares, instalo los dardos en el escenario del juego.
Apuesto a todas las suertes, a las memorables noches de sal, a las miradas detenidas, al nudo de los cuerpos.
Convierto la intriga en pieza teatral, el microcuento en desenlace al reverso, me transformo en cómplice, estratega.
Invado el canon y apuesto.
De Poesía reunida, 2013
FARALLÓN
Ahora que todos los mares se parecen
he vuelto a escuchar su voz epistolar
a mis espaldas la ciudad extraviada
reserva el secreto de los árboles
en un cortejo de humo disipando máscaras
Alucinada ante el jadeante zumbido de las olas
un lunar de hojalata confiesa que aún hay tiempo
Asida del farallón, hurto sus arenas
De: Poesía reunida, 2013
MONÓLOGO
La presencia de este tiempo
aleja la precisión de su rostro de la simetría del futuro,
ese que huele a girasoles que huyen al desierto
donde el follaje no es posible
porque la tierra huele a espanto,
indicios de otros mundos anuncian un retorno
esparcen una pieza entre tantas otras,
perforaciones que trazan un monólogo
fragmentado, disperso, solo.
Inédito
NICHO DE AVISPAS
déjame permanecer
entre avispas que merodean por mis ojos
para encontrar algún sentido al dolor que desconozco
déjame pensar en algo diferente
como la oxigenación del mar y las especies
déjame creer que es solo un síntoma
de mil noches que se hunden
cuando el silencio vence las ciudades
cuando los relatos son sufrimiento atravesado
como una lanza que espolea mi garganta
déjame sentir desde aquí abajo
las irritadas superficies de las calles
las utopías divididas por el miedo
que destrozan mi cerebro amenazado
déjame salir de la caverna
entre avispas que merodean por mi cuerpo
y viajan hasta adentro de mis fauces
déjame entrar en esa atmósfera como si fuera una migrante
que no encuentran posibilidad en otro túnel
déjame
atravesar el desconcierto
con las avispas que aguijonean
aquí abajo.
FANTASMA INCOMPLETO
Con humor
desarticulo las partículas de los sueños
voy armando esa unidad posible
esa pulsión que fluyen desde cualquier punto
y se convierten en círculos de agua
con la ira del último día
acuden más imágenes febriles
y me advierto como un fantasma incompleto
que recoge margaritas en un desierto encantado
que aspira y respira el aire azaroso de la inconsciencia
doy vuelta a la corteza decapitada
para ver si hay algo primitivo/ escondido
en algún cajón de juegos iniciales
o en otra zona ajena a la espesura
recorro las esquinas con intensidad lunática
avanzo hasta la estación que me fue negada
donde los zaguanes apaciguan los párpados
donde yace una voz alucinante que me lleva al tragaluz de la infancia
por ahí surge como una ráfaga
una polifonía innombrable
lágrima del vientre
el movimiento del fonema.
Inédito
LUZ
Una luz se aproxima a la plenitud de los jardines
como un relámpago merodea en ese espacio escindido,
la gata cruza en puntillas para no manchar su pelaje,
se contiene
frente a esta suerte de no hallar otro sitio
que la oscuridad que devoró con fervor incipiente
la que yo también conocí y visité por costumbre
bebiendo con misticismo de sus hierbas marchitas
porque tal vez no exista un ardid que me desvíe de la trama
la luz es un erizo que no cambia el relato
ni siquiera la dirección del oído que aún permanece abierto,
el movimiento de cometas no es más que un día que acaba,
la gata se frota en el fulgor de los jardines
con sus pisadas suspendidas cruza al otro lado.
La oscuridad se diluye entre láminas de polvo.
Inédito
Maritza Cino Alvear (Ecuador). Licenciada en Lengua Española y Literatura, con Master en Educación Superior. Publicaciones: Algo parecido al juego, 1983; A cinco minutos de la bruma, 1987; Invenciones del retorno, 1992; Entre el juego y la bruma (antología), 2000; Infiel a la sombra, 2005; Cuerpos guardados, 2008; Poesía reunida (1983-2013) 2013; Días frívolos, relatos, 2016. Distinciones: Premio Nacional de poesía Medardo Ángel Silva, 1983; Menciones de honor en los Concursos Ismael Pérez Pazmiño, diario El Universo, 1990; y en Concurso nacional de Poesía Djenana, 1995; Medalla al mérito cultural Congreso Nacional, 2002; Medalla al mérito cultural y educativo Universidad de Guayaquil, 2010.