21 Nov 2024

368. POESÍA ECUATORIANA. MARITZA CINO ALVEAR

-09 Ene 2022
Poesía

 

ESCENARIO

 

Mi madre es un travesti, lo cual no es nada extraño. Sin embargo, no he dejado de pensar en el último hombre que la amó. No me molesta que ella sea así. Su presencia me hace pensar en los animales híbridos, en mi paladar convexo y en la ambigüedad del sol.

No se imagina lo admirada que es. Su auditorio o más bien su escenario es una precesión de santos, budas, changó y de esas limpias floripóndicas que solo ella solemniza. En todo caso mi fantasía es un pañuelo de esos que se abren y se izan, por eso creo que esas miradas que se desplazan y se cruzan son las de ella, que aparece y desaparece con vestimenta andrógina y retumbante carcajada para posicionarse en mi escenario y dormirme en la pesadez de su garganta, precisamente cuando me arrebato con esta quimera alucinante de imaginarme amando a un travesti.

 

De Cuerpos guardados, 2009

 

 

CANON

 

Cuando el humor desordena el tablero de azares, instalo los dardos en el escenario del juego.

Apuesto a todas las suertes, a las memorables noches de sal, a las miradas detenidas, al nudo de los cuerpos.

Convierto la intriga en pieza teatral, el microcuento en desenlace al reverso, me transformo en cómplice, estratega.

Invado el canon y apuesto.

 

De Poesía reunida, 2013

 

 

FARALLÓN

 

Ahora que todos los mares se parecen

he vuelto a escuchar su voz epistolar

a mis espaldas la ciudad extraviada

reserva el secreto de los árboles

en un cortejo de humo disipando máscaras

 

Alucinada ante el jadeante zumbido de las olas

un lunar de hojalata confiesa que aún hay tiempo

 

Asida del farallón, hurto sus arenas

 

De: Poesía reunida, 2013

 

 

MONÓLOGO

 

La presencia de este tiempo

aleja la precisión de su rostro de la simetría del futuro,

ese que huele a girasoles que huyen al desierto

donde el follaje no es posible

porque la tierra huele a espanto,

indicios de otros mundos anuncian un retorno

esparcen una pieza entre tantas otras,

perforaciones que trazan un monólogo

fragmentado, disperso, solo.

Inédito

 

 

NICHO DE AVISPAS

 

déjame permanecer

entre avispas que merodean por mis ojos

para encontrar algún sentido al dolor que desconozco

 

déjame pensar en algo diferente

como la oxigenación del mar y las especies

 

déjame creer que es solo un síntoma

de mil noches que se hunden

cuando el silencio vence las ciudades

cuando los relatos son sufrimiento atravesado

como una lanza que espolea mi garganta

 

déjame sentir desde aquí abajo

las irritadas superficies de las calles

las utopías divididas por el miedo

que destrozan mi cerebro amenazado

 

déjame salir de la caverna

entre avispas que merodean por mi cuerpo

y viajan hasta adentro de mis fauces

 

déjame entrar en esa atmósfera como si fuera una migrante   

que no encuentran posibilidad en otro túnel

 

déjame

atravesar el desconcierto

con las avispas que aguijonean

                                                         aquí abajo.

 

 

FANTASMA INCOMPLETO

 

Con humor

 desarticulo las partículas de los sueños

voy armando esa unidad posible

esa pulsión que fluyen desde cualquier punto

y se convierten en círculos de agua

con la ira del último día

acuden más imágenes febriles

y me advierto como un fantasma incompleto

que recoge margaritas en un desierto encantado

que aspira y respira el aire azaroso de la inconsciencia

doy vuelta a la corteza decapitada

para ver si hay algo primitivo/ escondido

en algún cajón de juegos iniciales

o en otra zona ajena a la espesura

recorro las esquinas con intensidad lunática

avanzo hasta la estación que me fue negada

donde los zaguanes apaciguan los párpados

donde yace una voz alucinante que me lleva al tragaluz de la infancia

por ahí surge como una ráfaga

una polifonía innombrable

lágrima del vientre

el movimiento del fonema.

 

Inédito

 

 

LUZ

 

Una luz se aproxima a la plenitud de los jardines

como un relámpago merodea en ese espacio escindido,

la gata cruza en puntillas para no manchar su pelaje,

se contiene

frente a esta suerte de no hallar otro sitio

que la oscuridad que devoró con fervor incipiente

la que yo también conocí y visité por costumbre

bebiendo con misticismo de sus hierbas marchitas

porque tal vez no exista un ardid que me desvíe de la trama

la luz es un erizo que no cambia el relato

ni siquiera la dirección del oído que aún permanece abierto,

el movimiento de cometas no es más que un día que acaba,

la gata se frota en el fulgor de los jardines

con sus pisadas suspendidas cruza al otro lado.

 

La oscuridad se diluye entre láminas de polvo.

 

Inédito

 

 

Maritza Cino Alvear (Ecuador). Licenciada en Lengua Española y Literatura, con Master en Educación Superior. Publicaciones: Algo parecido al juego, 1983; A cinco minutos de la bruma, 1987; Invenciones del retorno, 1992; Entre el juego y la bruma (antología), 2000; Infiel a la sombra, 2005; Cuerpos guardados, 2008; Poesía reunida (1983-2013) 2013; Días frívolos, relatos, 2016. Distinciones: Premio Nacional de poesía Medardo Ángel Silva, 1983; Menciones de honor en los Concursos Ismael Pérez Pazmiño, diario El Universo, 1990; y en Concurso nacional de Poesía Djenana, 1995; Medalla al mérito cultural Congreso Nacional, 2002; Medalla al mérito cultural y educativo Universidad de Guayaquil, 2010.



Compartir