LA ETERNIDAD
Has vuelto con las mismas manos
con tu olor a insecto
sobre el girasol cicatrizado
antes del tajo
Traes el pasado que enciende la tristeza
Los ojos acusadores de una sombra
El misterio hueco de la alquimia
—deshecho en tus dedos—
para sostener los diluvios
FIN DE LA NOCHE
Detrás de la muerte
hay figuras ordenadas
Historias de humo en los espejos
Un asombroso fuego
en la ilusión de los círculos,
de tu vientre al lecho
abrasado por un dios estéril
Es el fin de la noche
de lluvia adormecida
en el nacimiento del hijo
inasible
y tan cerca de tu sangre
TRIBULACIÓN
Allí queda mi fuga
Teñida la víspera
en la tempestad del vaso que envejece
Ala que sale del pecho
hinchada del viento, de la luz
del océano a la página
En la garra del vuelo
En las manos de la noche que quema
EL MAR ME NOMBRA detrás de la marea
La misma humedad en la otra orilla
El mismo golpe de silencios
en el filo del cuerpo que atrae arenas
Vestigios de borrasca
Sombra
Arrecife
Alquimia de coral
en el bajel de mis naufragios
Poemas de Cofre de alquimias (2008)
CELEBRACIÓN
Sueñas
que despiertas en otra ciudad
Registras la madrugada
sin que nada impida tu desvelo
Sueñas que tienes una patria
que alguien se alegra por ti
por tu semblante
por tu acento
por tu corazón limpio
tu prudencia
Repites tu nombre
con un vértigo de murciélago
como quien va a colgarse
antes de morir
y besas con veneración la cruz
que te regaló el abuelo
Haces lo que nunca, jamás
y casi siempre has hecho
—sueñas la ciudad en que te sueñas—
Es una ciudad carnívora,
aúlla dentro de la casa
Sabes que sueñas lo que sueñas
para que no te rodee con sus garras
otra ciudad que despierte
y celebre
el mismo sueño antes que tú
UN SECRETO NO BASTA
No he de mostrarme al mundo
Una vida sofocante
y de súbita sordera
se abre fuera del tiempo
del que nada conozco
Sostengo:
la ignorancia puede parecerse
a una lapa nocturna
a un campo de gravilla
donde se planta un árbol
con la raíz al aire
y sin aire
Nadie sabrá
que he previsto el ruido de mis blasfemias
que de mi muchacha hice el engaño sutil
de la Revolución más alta
No tengo que cambiarme el color
o el lenguaje animal
para que en la carne
me habiten los infiernos
Seré yo quien llore sobre mi tumba
Casi anochece
Un secreto no basta
Un poco de luz, sí.
Poemas de Bajo la dulce agonía de la piedra (2019)
UN BLUES PARA EL OTOÑO
Hay un silencio grande
He despertado
y estoy frente a una puerta
Voy a tientas por la casa
Hablo con la casa
mientras descubro
el oscuro espacio
donde abro otra puerta
El silencio es grande
y es sordo
Sobre el sofá un disco de Ma Rainey
es un espectro que me acecha
He puesto el tocadiscos,
la aguja gira sobre Run away Blues
Estoy sola
y está sola la casa
Escucho a Ma Rainey
Escucho a Ma Rainey
Afuera el viento anuncia
el devenir de un cambio de estación
bajo un farol moribundo
He cerrado las puertas
Aunque el sol brille en la mañana
con ese blues
se quedará el otoño
Poema inédito (2022)
Liyanis González Padrón (Cuba). Poeta, profesora de literatura, coautora de textos educativos y examinadora académica internacional. Publicaciones: Estaciones de sombra (2005), Cofre de alquimias (2008), Cambios de nombre (2012), Papeles nocturnos (2016) y Bajo la dulce agonía de la piedra (2019). También colaboró con el libro de crónicas fotográficas “Mujer, todos somos una”, junto al reportero Francisco Magallón de Televisión Española y patrocinado por ACNUR, España 2017. Algunos de sus poemas han sido traducidos al inglés, francés, portugués, italiano y taiwanés; y publicados en prestigiosas revistas de América y Europa.