21 Dic 2024

45. POESÍA ESPAÑOLA. RAQUEL VÁZQUEZ

-08 Mar 2022
Poesía

 

DAOUDA

 

Después de cuatro mil

kilómetros de viento desolado,

tus oídos aún debieron soportar

el estruendo que escupe un fuelle miserable.

 

Dicen que ya sabías, acaso qué esperabas.

Como hienas mascullan

que nadie allí te obligaba a saltar.

 

Como si fueran ésas las preguntas.

El papel verde es ácido en sus rostros:

no querrán descubrir

por qué existe esa valla,

por qué las concertinas

desgarran tantas pieles inocentes

en lugar de abatir el corazón

de la desigualdad.

 

Como si aquéllas fueran las preguntas.

No les escuches: ellos están ensimismados

por idénticos cantos de sirena.

Pero han tenido suerte.

Nacieron en el lado más cómodo del muro,

donde las sanguijuelas juegan a camaleones,

donde la libertad es eso que se emite

en pantallas de plasma.

 

Tienes veintidós años,

veintidós años y el brillo de un filo

clavado entre los ojos.

No puedes olvidar, ojalá nunca olvides.

 

La cicatriz será

una segunda piel que te proteja.

Como el recuerdo indigno

de tan digno lugar de donde vienes.

 

 

LÍNEA YAMANOTE

 

Un sonido feliz de videojuego

atraviesa el andén,

                               al mismo tiempo que

Mei apoya la palma

de su mano en el cristal de la puerta,

pide auxilio aunque nadie

creerá que esté siendo interpelado,

Ken duerme sin dormir en el asiento,

otro sonido alegre irrumpe,

                                               mientras

Yuri corre para coger el tren,

no llega a tiempo, siente la mínima fatiga

que supone el sprint

frente a las cuatro horas

que dormita de media cada noche,

Shinji saca un pañuelo

y se limpia el sudor de la camisa, falla

a la hora de limpiarse la angustia y el cansancio,

y una nueva canción

además de la voz por megafonía,

                                                      entonces

Kōhei tropieza, está a punto de caerse,

de que la multitud lo trague pues las flechas

señalan una pauta irrebatible,

Saki da media vuelta,

no puede más, entrecierra los ojos

y sueña como única quietud

realizable el vacío, la ventana de su casa,

entretanto la música persiste,

suena a magia de un juego

al que nadie allí ha escogido jugar,

máscaras hacinadas a hora punta,

mordidas en sigilo,

                                ajenas al volumen

alto que corresponde

a los sonidos de celebración,

nadie sonríe, es mucho

esfuerzo y todos están agotados,

nadie atiende a la música macabra,

con tanto ruido dentro,

personas que ya no recuerdan nunca

cómo era aquella canción de vivir.

El silencio imposible de volver a sí mismas.

 

 

COMEDIA EN EL HADES

 

Tú te adentras hacia el último viaje.

Yo, disfrazada de Caronte, remo

y te escucho. Me esfuerzo por grabar

en la madera el timbre de tus frases

y silencios, intento que tus ojos

desnuden muy despacio el Aqueronte,

pero Cronos tampoco aquí se acuerda

de interceder por mí.

                                    Sigo remando.

Llegamos a la orilla

y con educación y un frío óbolo

sin dolor te despides de mí ya para siempre.

 

 

TARDE DE DOMINGO EN LA ISLA DE LA GRANDE JATTE [Georges Seurat]

 

Creo que no me has visto

pero me encuentro aquí

bajo un cerezo y su ilusoria nieve.

 

Y en la sombra

puedo mirarte y soñarte y ver cómo

ahora te acercas despacio a la orilla

y dibujas estrellas en el agua.

 

Sonríes a las niñas y se te ve feliz.

 

Y te diviertes bajo los manzanos

con juegos que escondías detrás del horizonte

mientras te arroja al ensueño una flor

que nació para ser sostenida en tu mano.

 

Sin embargo, mis dedos acarician

un vacío infinito e irreparable

 

así que me levanto

antes de que en la hierba

florezcan alfileres a partir de mis lágrimas.

 

 

INTÉRPRETE DE SILENCIOS

 

El mundo habla de ti, aunque aún no lo sepas.

Aunque aún todos estemos aprendiendo

a conjugar los pájaros,

a deletrear una luz temblorosa

pero que al fin se decide a mirar,

se decide a decir y da las gracias.

 

El mundo habla de ti,

tal vez aún en silencio, pero acaso

sólo con discreción se forje lo imborrable.

Y eso está sucediendo.

No te esperan cristales, no habrá ningún cuchillo,

el único metal es convertir

la incerteza en espera,

imitar al funámbulo en desdeñar la calma.

Hay sólo una verdad amable allá en el fondo:

apenas necesita

tiempo para llegar y despojarse

de su capa de máscaras, equívocos y nieblas.

 

El mundo habla de ti

aunque no sepa decirte; tampoco

aciertan estas líneas:

sólo un trino extraviado entre la lluvia

que no evocará el mar.

Pero que al menos siempre intentará cantarlo.

No habrá nunca un cielo tan inmenso

como el abrazo que no puedo darte.

 

 

SUMMER SUNSET

 

Veintiséis grados,

mar.

 

El cielo es una goma que se derrite y sangra.

 

Lejos

pero en algún lugar la nieve existe.

 

También contigo me aferro a esa nieve.

 

Y el sol se pone y no

se lleva esta esperanza.

 

 

Raquel Vázquez (España). Filóloga e informática. Su último libro, Aunque los mapas (Visor, 2020), ha recibido el Premio Loewe a la Creación Joven y El Ojo Crítico de RNE de Poesía. También ha publicado, entre otros, los poemarios Lenguaje ensamblador (Renacimiento, Premio Orizzonte Atlantico, 2019), El hilo del invierno (Hiperión, Premio València Nova, 2016) o Luna turbia (Torremozas, Premio de Poesía Joven Gloria Fuertes, 2013); la novela Chomolangma (La Isla de Siltolá, 2017) y los libros de cuentos La ocarina del tiempo (Trifolium, 2016) y Paralelo 36 (Talentura, 2019). Fue residente de la XIII promoción de la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores.

 



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