GUSTAVO GAC-ARTIGAS
POETAS EN NUEVA YORK: SERIE DE ENTREVISTAS
Por: Nilton Maa
Recientemente pudimos compartir con Gustavo Gac-Artigas en la 17a Feria del libro hispana/latina en Queens, en la que el poeta fue invitado de honor. Hoy tenemos la oportunidad de acercarnos al autor a través de esta entrevista.
1. Cuéntanos de tu experiencia como invitado de honor en esta fiesta literaria llevada a cabo hace un par de meses.
Como en el escenario: las luces se apagan, cae la cortina y el recuerdo se va alejando al abandonar la sala.
Pareciera tan lejos, pero a la vez tan cercano; hay memorias que se niegan a abandonar tu mente y me pregunto el por qué unas perduran y otras se alejan en el tiempo.
La Feria del libro hispana/latina en Queens, la 17, permanece como permanecen las memorias en la entrada de un teatro, fotos de pasadas obras colgadas en el vestíbulo antes de ingresar a la sala a ver nueva obra. En Queens, pegadas como en el muro la hiedra, 16 fotos daban entrada a esta fiesta de la poesía. Una por festival, desde la de la primera Feria, donde nos mira el primer traductor de García Márquez, Gregory Rabassa, quien abre el camino a la feria, y abre el camino a los lectores en sus traducciones, hasta la foto del año pasado, desde donde nos mira Pablo García Gámez, dramaturgo cuyos personajes de "Las mártiras" nos transportan a otra realidad en un mundo que intenta hacer desaparecer al que osa ser diferente, al que osa vivir su propia vida.
¡Si pareciera que no estoy contestando! Lo que quiero decir es que la Feria es un laboratorio, una vitrina de la palabra y su expresión, es un momento privilegiado, para el lector, al menos así lo espero, para el escritor lo es, de ello estoy seguro.
Humildemente sumo mi retrato a la galería de escritoras y escritores que me precedieron. Mi voz de poeta se alejará en el tiempo, mis versos de vez en cuando revivirán en algún lector, que en la feria buscará un libro para que responda a su pregunta, ¿quién es ese que, desde esa foto donde hay un 17, me sonríe? Y yo, en la lejanía entonaré la canción de Violeta Parra, canto de esperanza, "volver a los 17, después de vivir un siglo... volver a ser de repente tan frágil como un segundo..."
Sí, la 17a Feria del libro hispana/latina en Queens, es para mí una memoria que jamás desaparecerá.
2. En tu libro "Hombre de América" se siente con mucha fuerza una voz que resuena entre lo íntimo y lo colectivo, además de un matiz protestante que remueve situaciones pasadas no tan distintas a las actuales. ¿Cómo nace este libro y cuáles son los elementos que lo conforman?
Buscar la fecha de nacimiento de un libro, de un sentimiento, de una búsqueda de sí mismo, de un lugar en este mundo, es casi imposible, no existe un acta de nacimiento para un poema, como no la hay para un primer amor, o para descubrir el origen de un dolor, el por qué se encoge el alma al mirar a un ser sentado a la orilla de un camino ya sin fuerzas para avanzar, derrotado en su vida.
"Hombre de América" nace cuando aún no era hombre de América, era hombre de bosques salvajes, de cisnes de cuello negro muriendo en las heladas aguas de un lago del sur de Chile, en la desordenada sinfonía de lluvias eternas cayendo sobre techos de hojalata, de mapuches haciendo cola frente a una tienda para comprar un paquetito de hierba mate, esa hierba que mata el hambre, mapuches que regresaban a Nueva Imperial, desapareciendo de las calles de Temuco y de las páginas de la historia.
Nace de regreso a mi universidad después de un viaje por Europa, de regresar de un mundo que alimentó a los escritores de los libros de mi infancia a un castillo, no de piedra, sino de cristal, en lo que era la universidad más austral del mundo en aquellos tiempos.
Nace de la necesidad de encontrarme ya no con los libros y aventuras que me acompañaron desde mi infancia, sino de descubrir mi mundo, un más cercano. Abandoné a D’Artagnan, a Sandokán y sus mares, a Tarzán y su selva, decidí no viajar a la luna o al centro de la tierra, necesitaba descalzarme, calzar ojotas y que mis pies conocieran el polvo de los caminos de mi América Latina, y que una vez cubiertos de sudor, polvo, sangre y experiencia me permitieran conocer al hombre de américa, ese que no se encontraba en la biblioteca de mi padre.
En cada paso por mi continente me encontré con la historia, con dos historias, la de los héroes y heroínas de los libros, la de los héroes y heroínas ignorados por los libros, me encontré con los versos de poetas desconocidos para mí, y me encontré con el analfabeto, ese que era fuente de poesía, me encontré con la sonrisa desdentada y luminosa de los hombres y mujeres de mi continente, me perdí en los brazos de amores que me entregaban parte de su historia, me fui construyendo paso a paso e intenté traducir cada paso, cada dolor, cada esperanza en un verso, intenté ser, yo también, un hombre de América. Y lo sigo intentado en una eterna búsqueda.
3.- Recientemente “Hombre de América" ha sido merecedor del reconocimiento como finalista del International Book Awards. ¿Qué significado tienen para ti, de forma personal, como poeta, estos reconocimientos literarios?
Cuando se recibe una distinción y te preguntan sobre ella hay que tener cuidado, de tu respuesta depende que el lector diga "pero qué poeta tan engreído" o al contrario "qué poeta tan humilde", y el pobre poeta enfrentado a la pregunta tratará de alejar la primera reacción y, llevado por su ego, agrandar la segunda.
En forma evidente ayuda a expandir o encontrar nuevos lectores, y ellos son el destinatario final de tu escritura. Tengo la fortuna de que este poemario fue publicado por una casa editorial en expansión, pero sobre todo que está en manos de una poeta, Mar Russo, quien como poeta, busca que sus poetas renazcan día a día en manos de sus lectores.
Dicho esto, no se escribe para obtener reconocimientos, y aquí me pregunto sobre el valor de la poesía, su razón de ser. Hay poetas que buscan ese tipo de reconocimiento, calculan minuciosamente cada paso, cada nueva relación, cada pose en una fotografía, la efímera existencia a través de un like en las nubes, poetas de la imagen y no del sentimiento, poetas de palabras prisioneras atadas a sus cadenas y ambición, de palabras con tanto adorno que les impide emprender el vuelo.
No es su culpa, es culpa de un mercado que busca réditos, es un doble juego, los premios necesitan de la calidad, los escritores necesitan del premio para alcanzar lectores, y las leyes del mercado no son justas, lo sabemos, se manipulan. Las grandes editoriales son implacables, buscan, pero al encontrar moldean la materia prima e indican un camino, el próximo libro tiene que ser... y poco a poco van encadenando la palabra y el pensamiento, si hasta a veces ofrecen: tú pones la firma, nosotros al escritor, y cobran por el crimen.
Volviendo a la 17 feria del libro en Queens, tras mi ponencia sobre la escritura, llegó la hora de las preguntas del público, y una de ellas me premió, "gracias, poeta, eres mi voz", y sin modestia alguna, lo confieso, me emocioné.
4. Sabemos que has transitado por el mundo no solo gracias a la poesía, sino también al teatro, ¿cómo se interrelacionan ambas artes en tu sentir artístico el día de hoy?
Son dos y son una, es el maridaje con sus altos y bajos, con sus celos, buscando el equilibrio en la diferencia, es la lucha entre la imagen y la palabra, no hay maridaje perfecto.
Valdivia, en el sur de Chile, fue una fuerza transformadora, no me encontré con la poesía, me encontré con los poetas, no me encontré con el teatro, me encontré con los actores, y fui parte. Primero fui espectador, luego actor. Escuché, en ruso, a Yevgueni Yevtushenko, joven poeta rebelde; sin entender, entendí la fuerza de la palabra del poeta, la fuerza de la voz del poeta, escuché a los papas y los primeros versos de un poeta emergente, me sumergí en un nuevo universo donde navego hasta hoy día.
Llevados por el deseo de llevar el mundo a la universidad, de abrir las aulas al mundo, llevamos el teatro a nuestra universidad; llevamos a un joven grupo de actores egresados de la escuela de teatro de la Universidad de Chile con "Historias para ser contadas", de Osvaldo Dragún.
Como público, me pidieron que acompañara en la sala a un profesor de psicología, el doctor Kupfer. Era ciego, yo no, Kupfer. Era ciego de los ojos, yo de la mirada. En la sala me preguntó: --¿qué está pasando? -- --Nada --le dije --apareció un actor, no hay nada sobre el escenario, el actor arregló una cortina y salió. --Sí está pasando --me dijo Kupfer --nos fijó las reglas de juego, la obra ya comenzó. Y el escenario vacío está lleno y nos grita.
Más tarde sabría que lo que tenía delante era una muestra del teatro pobre de Grotowski, que en el escenario vacío se encontraba "El príncipe constante" de Calderón de la Barca montada por Grotowski, o en Les Bouffes du Nord, el teatro de Peter Brook en París con el montaje de "La conferencia de los pájaros", o en La Candelaria en Colombia "El cadáver cercado" de Kateb Yacine. El escenario vacío estaba en cada escenario que espera una nueva obra, en cada verso que espera una palabra para ofrecerse, en cada personaje que espera morir al terminar la función, en cada verso en la voz del poeta, verso que espera saltar a la mente del lector en lo que Barthes llamó la muerte del escritor. Sí, algo estaba pasando, solo que había que descubrirlo.
Durante el debate tras la presentación, levantaba su blanco bastón y comenzaba: --desde mi punto de vista...
Kupfer me enseñó a mirar, y hasta hoy cierro los ojos y miro lo que hay tras el parlamento.
Ese momento dio nacimiento al grupo de teatro de la universidad. Montamos "Doña Rosita la soltera" de García Lorca; nuestro punto de vista tenía palabra.
Desde aquella lejana época, corría el año 1968, he recorrido, y por distintas razones, el mundo con el teatro y la poesía. En los 17 festivales internacionales de teatro y con mi poesía en encuentros, festivales, lecturas, el maridaje sale; el teatro es imagen, palabra y poesía, la poesía es imagen, sentimiento y voz, una y otra se visten, se desvisten, dan su punto de vista y tras hacer el amor, renacen en un nuevo verso, en un nuevo personaje.
5. ¿En qué momento de tu desarrollo llega la poesía a tu vida y cómo es que te conviertes en poeta?
Cuando me enamoré por primera vez.
Y me convertí en poeta cuando me rechazaron por primera vez.
6. ¿Cuál fue tu primera publicación y la experiencia de abrirte, de forma consciente y elegida, íntimamente a través de tus versos?
En Francia y en jerga teatral se considera publicación una puesta en escena, cuando en el 1968 creé "El correo de la poesía", en mi mochila llevaba poemas, en mi largo caminar la completé con la realidad, y ella la arranqué de la calle y de los periódicos de cada capital, de cada pueblo. Con ambas escribía día a día un libreto al que daba luz en cada recital, regreso a un teatro de agitación y propaganda, regreso a la voz de los poetas y del poeta, regreso a la voz escondida en Machu Picchu, en las favelas, en los barrios de invasión, en las plazas de mercado, en las universidades. Finalizaba cada recital poniendo fuego sobre escena, quemando un retrato de Nixon, era la época de la guerra de Vietnam, y el libreto alimentaba las llamas para dar nacimiento a un nuevo verso, a una nueva realidad.
Durante años mi poesía se vistió de personaje y salió a la vida personificada por actores y actrices, todavía temía al papel, al inmovilismo, a entregarse a manos ajenas.
Recorrió Europa en "Chile-Libertad", como diera sus últimos pasos en Chile en "Libertad-Libertad" hasta que el golpe de Estado del 73 intentó inmovilizarla.
Libre de cadenas reapareció en revistas hasta que se unió en un primero poemario, "deseos, longings, j’aimerais tant", en el 2020. En ella, despojado de mis cadenas y temores, abro mi corazón al lector, pero ya no escucho su reacción, no veo sus ojos, no siento sus emociones, la poesía deja de pertenecerme y comienza su propio viaje por los caminos del lector.
El canto de amor en "Dalibá, la brujita del Caribe" y las heridas y lejanos sabores de "Ex-Iliadas" sale del fondo del tintero en la 17 Feria de Queens, los caminos de "hombre de américa" se entregan sin fronteras al lector, los poemas se pasean por las revistas en los Estados Unidos y se entregan a la lectura de jóvenes estudiantes en las distintas universidades, una antología de 8 poemarios verá luz en traducción bilingüe rumano-español y saldrá a caminar en Polonia.
Los caminos de la poesía son insondables, los poemas saltan del fondo del tintero a la fresca tinta de las máquinas en manos del tipógrafo que tipo a tipo va reescribiendo los versos antes de untarlos generosamente de tinta para que vayan a besar las páginas de un libro.
El ruido de las viejas máquinas que salían de la imprenta de mi padre en Rancagua, el olor a tinta fresca, el acto de amor y desafío pueblan mis poemas, la tinta fresca me hizo perder el miedo y liberó mi poesía.
El próximo año, 2024, mis poemas besarán el papel antes de entregarse a delicadas o curtidas manos en Chile, Puerto Rico, Francia, Rumania, Estados Unidos, regresando a aquellos que le dieron vida y alimentaron mis sueños, generosamente, aún sin conocerlos, y ellos sin conocerme, y pusieron en mis manos su historia.
7. ¿Cómo ves el movimiento literario que se gesta actualmente en la ciudad de Nueva York, crees que el llamado Segundo Boom latinoamericano es una realidad?
Vivimos tiempos de tormenta, a los gemidos del amor se suman los gemidos de las heridas causadas por la muerte que, cabalgando en las bombas, cae del cielo.
La poesía se vuelve necesaria, desea transformar el dolor en palabras, la esperanza en versos, ello explica a mi entender el resurgir de la poesía, un Boom no solamente en Nueva York, en el mundo entero.
La realidad pide la realidad del sueño, el ser solitario pide que acompañen su soledad, que la rompan, que le permitan levantarse y salir a abrazar a otro ser solitario, que un verso camine junto a él y que ambos sean multitud.
8. Tu experiencia durante el exilio político de tu país es uno de los matices más intensos dentro de tu poesía, ¿qué otros elementos, entrañables o disruptivos, podemos encontrar en tus versos?
No le pidan al poeta que se desangre frente al lector, que reviva el dolor de su cuerpo temblando cobardemente frente al horror en una sala de tortura, que busque en otros mundos el mundo que le robaron.
Pídanle que hable de cómo reencontró el amor en París, de cómo los brazos de su amada le trajeron de vuelta la esperanza, de cómo los olores perdidos saliendo de las manos de las campesinas de su tierra al preparar un plato renacen en la mente y se impregnan de olores de lejanas tierras para dar nacimiento a un nuevo plato.
Pídanle que hable de la vida aún en la muerte, que desnude la palabra, que regrese al escenario vacío para que, pobre poeta, entregue un verso desnudo para que sea poseído y vestido por el lector.
Pídanle que abra su corazón, que deje correr los sentimientos escondidos en cada verso, que se esconda para saltar a la mente del lector, para que él o ella lo encuentre y diga "eres mío, eres parte de mi ser" y el poeta piense "y tú eres parte de mi escritura y de mis sueños", por lo que hay un "yo’ y un "nosotros" en cada verso.
Gustavo Gac-Artigas. Poeta, novelista, dramaturgo y hombre de teatro chileno quien desde 1992 reside en los Estados Unidos. Es miembro correspondiente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE) y escritor colaborador para Le Monde Diplomatique, edición chilena, Impacto Latino, NY, Todo Literatura, España, El Desconcierto, Chile, Letralia y ViceVersa, entre otros. Su poesía ha sido publicada en numerosas revistas y antologías en los Estados Unidos, Francia y Latinoamérica y traducida al inglés, al rumano y al francés, y ha participado en numerosos Festivales/ Ferias Internacionales o lecturas bilingües de poesía en París, los Estados Unidos, Colombia, Guatemala, México, India, Chile y Costa Rica. Entre los premios obtenidos destacan: Poeta homenajeado de la 17 Feria del Libro Hispana/Latina de Queens 2023; Finalista International Book Award, 2023, categoría “poesía contemporánea” por hombre de américa/man of the américas, traducido por Andrea G. Labinger y Priscilla Gac-Artigas; Finalista International Latino Book Award 2018, categoría “mejor libro de ficción en traducción español a inglés” por Y todos éramos actores, un siglo de luz y sombra (2016)/And All of Us Were Actors, A Century of Light and Shadow traducido por Andrea G. Labinger y Premio Poetry Park, Róterdam 1989 por “Dr. Zamenhofstraat”.
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