09 May 2025

525. POESÍA ARGENTINA. SHARON GOROSITO

-21 Oct 2024
Historia

 

EL SOL QUE NOS PEGABA EN LA CARA

después de dormir dos horas

para devolvernos al mundo

y demorarse en tu mirada 

en el patio de esta casa,

el mismo  sol que apunta

a tus sábanas en las mañanas

ahora se tambalea

en el punto más bajo del cielo

pálido, solitario.

Desconozco las leyes naturales

que  aplican a este momento,

también ignoro la razón por la cual

no estamos juntos en este segundo, amor

pero sí conozco un secreto,

quizás pueda invitarte a salir

y lo veas conmigo

 

el sol y estas calles

recuperarían su color.

*

¿Quién podrá negarme

que anhelar un recuerdo

termina por crearlo?

 

Tengo un poema por ende

tengo pocas cosas.

Aquí dentro

algo

que bombea sangre

simula que explota

y sigue.

Lo escucho

casi todo el tiempo, suplica

que hable del amor

con lentitud,

la violencia también

debe calcularse.

*

Me zambullo en una flor

descalza

aguanto la respiración

para abandonar

todos los recuerdos

que ya no me pertenecen.

*

La última gota del atardecer

se escurre y se seca

en mi espalda

mientras los insectos de barro

se aferran a mi piel.

Nadie creería

que el mundo

ha cargado sobre mí

la ausencia del viento.

*

La predicción

de una primavera ausente

me estremece

con el mismo rigor

con el que le temo

a las evidencias del olvido.

*

Nuestros cuerpos moribundos

se nos van por los ojos.

Derretida

la lluvia

nos encontró imitándola,

ahora,

la muerte

es el único escape. 

*

Como si

la carne del cuerpo

no se ajustara al viento,

un rayo de sol

me esquiva a su paso

de florecer sin pétalos,

sin semillas

ni frutos divinos

me condena a la espera.

Un rayo de sol

me abandona en la lluvia de agosto, como si

la carne de este cuerpo

no mereciera

de tiempo, un poco.

*

En pequeños trozos

                segundo

             a segundo

emancipar nuestra sombra

para que sea libre

y que encuentre formas de flor

o eventualmente,

en el peor de los casos,

resuelva por su cuenta

volver a nuestros pies.

 

*

 

EVA

¿Por qué la humanidad

ha condenado a Eva?

Si lo único que sabemos

es que fue una niña

abandonada

en un jardín sin flores,

sin madre.

Una niña asustada

junto a un hombre desnudo,

hambrienta

bajo un árbol de manzanas,

indefensa

a la vista de Dios.

*

Estuve despierta

toda la noche y le pedí gestos a dios

le pedí, sí

que cada pedacito desalmado se desprenda

de mis partes muertas pero

cobarde y abatida

antes de que todos llegaran

las oculté en la tierra húmeda.

Siempre fui la primera en esconderme.

Ahora inclinada sobre un lado de mi cuerpo

me pregunto,

¿quién estará a salvo de esta misma culpa?

 

*

 

MIEDO

El miedo

envuelve con arena caliente mis pies.

Me permite

jugar un rato en el agua,

aprueba mis mentiras,

pero nunca me deja llegar

a la boca de la orilla

sin ahogarme.

 

*

 

APRENDÍ A CALLAR

cuando me vi idéntica

a una gigantesca ola

 que

        bran

                 do

a centímetros de una orilla

dispuesta

a ganarse el mar.

 

*

 

NO ALCANZAN

los mapas del mundo

para conocer el agua

y saciar la sed

pero

cabe el recuerdo del mar

en una pequeña caracola.

*

Otra vez digo que sí,

pierdo mis hojas,

abandono esta ilusión.

La arranco de raíz, consiento otra herida semejante

a cien guillotinas formando un bosque

que limita mi voluntad.

Es este el equilibrio

por el cual me cuesta la vida

saber esperar

a que poco de luz entre

en  mi cuerpo hueco

y lo tome como refugio

cuando me ampare.

 

Sharon Gorosito (Pilar, Buenos Aires, Argentina 2000) Estudia un Profesorado en Lengua y Literatura y tiene una Diplomatura en Gestión de Mediación Cultural por la UNGS. En 2020 formó parte de varias antologías incluyendo el libro federal El beso que no di, de Ediciones Arroyo; la columna literaria “Vidas en letra” de Posdata Digital; y el blog de difusión poética Abrigo de pétalos. Y publicó Caen las estrellas hasta tus ojos, su primer libro de poemas, con Halley Ediciones.

 



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